Mundial Rusia 2018
Thiago
Thiago Alcántara convocado por España para jugar el Mundial de Rusia 2018
Thiago tiene el duende brasileño, es gen tan especial para entender el fútbol y disfrutarlo, y el desparpajo español, convencido desde que tuvo conciencia de que su color en el Mundial iba a ser el rojo. Pudo escoger a Brasil porque su padre, Mazinho, es de ahí (de hecho, Rafinha, el hermano de Thiago, se decantó por la selección suramericana), pero España celebra que tiene a un jugador como la copa de un pino que afronta su primer Mundial. Está mejor que nunca, es su momento.
Ha Thiago le ha perseguido siempre la etiqueta de sucesor. Tenía que serlo de Xavi Hernández primero y después de Andrés Iniesta, pero Thiago ya es él a secas, un jugador que aporta una visión única al centro del campo de la selección. Tiene el ADN Barça, de eso no hay duda, pero lo explota en el Bayern de Múnich desde hace años y le va estupendamente bien en Baviera. Tanto que se ha ganado con creces ser uno de los fijos de Lopetegui.
Pocos entrenadores tienen en más estima a Thiago que el actual seleccionador, pues le conoce desde que estaban en las inferiores y siempre le ha dado la confianza que necesita un jugador. Tanto quiere Lopetegui a Thiago que le puede utilizar en mil posiciones y sabe que siempre lo hará bien, buen recurso incluso en la posición de Sergio Busquets en el caso de que sea necesario. Es la polivalencia de este centrocampista que encima tiene llegada, además de ser, probablemente, uno de los mejores pasadores del planeta.
A Thiago le gusta hacer que el compañero brille. Se mueve mejor que nadie en la mediapunta, pero no se olvida nunca de echar la vista atrás y vaciarse en defensa si el equipo lo reclama. Ahora, con 27 años, vive en su plenitud y le llega su primer Mundial, empeñado en tener el protagonismo que no tuvo en la Eurocopa de Francia de hace dos veranos. Se estrenó hace ya mucho tiempo con la absoluta, en 2011, pero su explosión con España no ha sido hasta la llegada de Lopetegui. Thiago pide el balón.