Monreal

Monreal es un caso único e insólito. Pese a aterrizar en la selección por primera vez en 2009 no acudió ni a las Eurocopas de 2012 y 2016 ni al Mundial de 2014. Así ha sido siempre su presencia en el equipo nacional: intermitente, sin una continuidad clara, siempre a la sombra de algún otro compañero que le ha impedido alcanzar protagonismo.

Para el jugador del Arsenal la etapa en la selección parecía un capítulo cerrado hasta la llegada de Lopetegui al banquillo. El técnico vasco le dejó fuera de sus dos primeras convocatorias, pero una lesión de Jordi Alba devolvió al navarro al equipo nacional tres años después de su última llamada. En su primer partido tras el regreso, ante Albania, Lopetegui le utilizó de central en una línea de tres junto a Ramos y Piqué. Tuvo una actuación soberbia adornada con un gol, y a partir de entonces volvió a entrar en los esquemas de la selección... hasta las dos últimas listas antes de la definitiva de 23. Según se acercaba la cita de Rusia Lopetegui quiso abrir el la competencia en el lateral izquierdo y probó también con Alberto Moreno y Marcos Alonso. Monreal temió de nuevo quedarse sin una gran cita. Pero, al contrario que en las ocasiones precedentes, esta vez no ha sido así. Monreal fue uno de los nombres que citó Lopetegui al dar la lista definitiva el pasado 18 de mayo. Ese mismo fin de semana Monreal fue padre de una niña. Qué mejor augurio.

Criado en la cantera de Osasuna y tras pasar por el Málaga, la carrera de Monreal dio un vuelco en enero de 2013. A pocas horas del cierre de mercado invernal el Arsenal se quedó sin Kieran Gibbs, su lateral titular, por una lesión. Monreal aterrizó en Londres al día siguiente, fichado por 10 millones de euros. Ya son cinco años en Inglaterra, y pese a algún altibajo siempre ha gozado de la confianza de Wenger. Esta campaña recién terminada la ha cerrado con sus mejores números, especialmente en el aspecto goleador, una faceta que nunca había sido su fuerte.