Mundial Rusia 2018
De Gea: «Las disculpas de Pedro Sánchez deberían ser en público»
El meta de la selección, indiscutible en el Mundial, habla por primera vez del caso Torbe, que le salpicó en plena Eurocopa 2016. También desvela cómo fue su encuentro con el presidente del Gobierno
David de Gea (7 de noviembre de 1990, Madrid) es el portero de la selección española, y nadie lo discute. Desde que aterrizó Julen Lopetegui en Las Rozas, ya no hay debate sobre la portería porque el técnico, nada más llegar, dejó clarísimo que el jugador del Manchester United era su hombre, enterrando de paso el culebrón Casillas. Fue justo después de la Eurocopa, en donde De Gea ya fue titular, pero con demasiado ruido de fondo por motivos varios. Primero, claro, por lo deportivo, pues sentar a Casillas implica una presión añadida importante. Y luego, por el caso Torbe , salpicado De Gea por un escándalo en el que se le relacionó (junto a su amigo Iker Muniain, del Athletic) con un lío de prostitución de menores, todo muy turbio. Esa bomba estalló justo unos días antes del inicio de la competición y tuvo una repercusión tremenda, como para no tenerla.
De Gea ha estado dos años en silencio, protegido en la cueva y sin abrir la boca cuando acude a la llamada de la selección española. En aquellos tiempos, hasta Pedro Sánchez habló desde la oposición para rascar votos y juzgó al portero sin respetar la presunción de inocencia por la que tanto aboga: «No me siento cómodo viendo a De Gea como portero de la selección española», apuntó en una entrevista sin miramientos. De ahí que el pasado martes, antes de partir a Rusia, el futbolista ni aplaudiera al ahora presidente del Gobierno cuando les visitó para despedir a la expedición.
Luego hablaron y limaron asperezas , pero tampoco han pasado a ser los mejores amigos. «El lío se ha solucionado bastante bien», desveló Luis Rubiales, mandamás de la RFEF. «Las malas informaciones juegan malas pasadas. Pedro Sánchez ha estado cariñoso, cercano y ha pedido verse con él antes que con nadie. Le ha explicado que estaba contento de que hubiera salido bien de todo aquello y le ha deseado suerte. Ha sido una charla necesaria y en un tono distendido», añadió. De todos modos, es mejor que lo cuente el propio De Gea.
-¿De qué habló con Pedro Sánchez?
-Acepté sus disculpas con educación. Lo que ocurre es que lo que dijo en su día fue en público y por eso creo que las disculpas también deberían ser en público. También es verdad que la mayoría de personajes públicos que me faltaron al respeto ni siquiera se han disculpado ni en privado. Es fácil hablar de los demás.
Eso es lo que más ha irritado a David de Gea, un chico aparentemente tranquilo que tan pronto saltó el escándalo pidió a la Federación hablar con los medios y dar la cara. Esa fue, la del 10 de junio, una tarde volcánica en la maravillosa Isla de Ré (el lugar en el que se concentraba la selección) y que se torció con una tormenta de lluvia y truenos inquietante.
Se escurrió como pudo del tercer grado mediático y desde entonces ha optado por manifestarse lo justo en público, requerido cientos de veces por todos los periodistas sin suerte. Ha aparecido en alguna que otra rueda de prensa, pero nada más, así que sus reflexiones ahora tienen un interés evidente. Hace unos días, el guardameta se sentó con los medios de la prensa escrita que cubren la información de la selección española, entre ellos ABC, y habló del asunto con normalidad y con una pausa llamativa. Eso sí, no se olvida de nada ni de los que le señalaron, eso lo lleva grabado.
-Lleva un tiempo en el que usted se deja ver poco ante los medios y da menos entrevistas personalizadas. ¿Es una medida de autodefensa? ¿No confía mucho en la Prensa después de aquello?
-Creo que ha habido una época en la que tampoco se me ha tratado como se debería. Creo que mucha gente ha sido injusta conmigo y gente que me ha criticado luego, sabiendo que lo que había dicho no era lo correcto, tampoco ha dado la cara y ha rectificado en las cosas que habían dicho. Sinceramente, creo que hay mucha gente que no se merece que haga entrevistas para ellos. Y nada más. Solo eso.
-Se refiere, claro, a cómo lo pasó cuando se publicó aquello. Luego resultó ser falso y muchos medios no se han desdicho.
-Sí, eso y más cosas que no son críticas deportivas. Es algo que a uno personalmente le afecta y obviamente creo que hay gente que no se portó bien.
-¿Qué recuerdos le quedan de aquellos primeros días de la Eurocopa?
-Yo soy un chaval muy tranquilo, que es difícil que me afecten las cosas. A mí personalmente no me afectó mucho porque sabía que todo era falso, pero tienes familia, gente cercana que le afecta más... Es agua pasada, al final salió que todo era mentira y bueno, ya está.
Dice ese «ya está» como queriendo dar carpetazo al asunto, pero obviamente el tema es el que es y De Gea habla por primera vez sin escapatorias. Por un momento, deja de preguntarse por el Mundial, por las opciones de España, por si Cristiano Ronaldo asusta o por si sueña con hacer la parada del torneo.
-¿Usted era el más tranquilo de todos cuando saltó esa noticia?
-La verdad es que sí, porque la gente se volvió un poco loca y había que darle tranquilidad a todo. Desde el principio, en la rueda de prensa, dije que todo era mentira y pese a ello algunos decían que no tenía que estar en la selección, que si tal, que si cual... Al final, las cosas se demuestran. Salió que todo era mentira. Yo estaba tranquilo y me quedé aún más tranquilo.
Meses después, se cerró el caso y De Gea y Muniain quedaron exentos de cualquier responsabilidad, aunque el juicio popular ya se había emitido. El meta, cuentan los que le conocen, se recompuso con una entereza muy digna y trata de mirar hacia adelante, aunque siempre le quedará una duda por resolver.
-¿Qué cree que había detrás de eso?
-No lo sé, te vienen muchas cosas a la cabeza porque es raro que aparezcan cosas así antes de una Eurocopa cuando te juegas muchas cosas, pero al final mantengo la tranquilidad, sobre todo cuando sabes que todo es mentira.
Como buen portero, el madrileño vive con la presión desde crío, consciente de que la crítica es feroz con los fallos en esa posición. «Esto es fútbol y nos equivocamos todos. La crítica siempre está ahí y un portero hace errores a veces más llamativos...», acepta. Alguno ha tenido, pero es de los que se levanta rápido porque sabe de qué va esto mejor que nadie. «Por supuesto. Unas veces eres muy bueno, a la media hora eres muy malo, y al revés. Pero esto es el mundo del fútbol, en el que estamos y hay que saber convivir con ello. Estamos acostumbrados».
El próximo viernes, en Sochi, De Gea será el portero de España, su primer Mundial como titular. Enterrado el caso Torbe, eso, y Cristiano Ronaldo, es lo que ahora le quita el sueño.
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