Mundial Rusia 2018
El balón, la pesadilla de los porteros
El grave error de Muslera ante Francia vuelve a dejar en evidencia los problemas de los guardametas con la pelota del Mundial
Un disparo a media altura de Griezmann, no especialmente potente y en apariencia asequible, se convirtió en veneno para Fernando Muslera . El guardameta uruguayo fue incapaz de acertar con la trayectoria y su torpe despeje le hizo meter el balón en su portería . Era el segundo tanto de Francia y la sentencia del partido. Desolación charrúa, lágrimas y de nuevo un debate abierto por los enormes problemas de los porteros con la pelota del Mundial .
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El Telstar 18 , que así se llama el balón, fue presentado el pasado mes de noviembre como un homenaje a la primera pelota de Adidas utilizada en un Mundial, el de México 1970. Con Leo Messi como entusiasta embajador, el Telstar fue promocionado como un balón tecnológico, el primero que incorporaba un chip en su interior , resistente y fabricado con materiales de última generación. A la hora de la verdad, y en opinión de los guardametas, se ha revelado como un balón excesivamente rápido y ligero y completamente impredecible en sus reacciones. Desde el Jabulani, el balón con el que España ganó el Mundial de Sudáfrica, no se había generado tanta polémica.
Un «balón muy raro»
Las críticas comenzaron incluso antes del comienzo del Mundial, una vez que las 32 selecciones comenzaron a entrenar y a disputar amistosos con él. «La pelota es mejorable. Se mueve mucho», se quejó Ter Stegen , guardameta alemán, durante el amistoso entre su selección y la española disputado en Dusseldorf el pasado mes de marzo. En aquella ocasión, David de Gea se refirió al Telstar como muy raro». Los hechos mandan, y el arquero español es, posiblemente, uno de los que más ha sufrido la imprevisibilidad de esta pelota.
« Es una bola terrible. Diseñan pelotas para ver más goles », protestaba hace días el titular danés Kasper Schmeichel, ya en medio del Mundial. «Somos las víctimas de la FIFA y del desarrollo del fútbol», corroboraba a su vez el egipcio Essam El Hadary, quien a sus 39 años ha sido el abuelo de este Mundial. «Este balón tal vez sea mejor para los jugadores de campo, pero para los porteros tiene un par de problemillas».
Según avanzan los años y la tecnología la FIFA, y también la UEFA, han apostado por utilizar balones más ligeros, lo que beneficia a los jugadores de campo y les da un aliciente para probar sus lanzamientos de larga distancia. Se busca mayor espectáculo y partidos más atractivos y vistosos. En Champions ya hubo críticas con la última versión del Starball, el balón con el que Loris Karius se tragó el disparo lejano de Gareth Bale en la final, pero el Telstar se lleva la palma. De hecho, en Rusia han tenido que ser sustituidos varios balones en mitad de un partido debido a que con apenas cuatro patadas muchos de ellos perdían la escasa presión con la que son inflados.
Pero esta pelota tiene un problema añadido. Ha sido fabricado con una fina capa de plástico exterior que es la que está terminando de complicar la vida a los porteros. Si ya es difícil para ellos adivinar la trayectoria que podía coger el balón, tienen que luchar también con su incapacidad para atrapar la pelota una vez le llega a las manos . «No es razonable. Es rápido y resbaladizo a la hora de atraparlo. Hemos probado de cuatro a cinco tipos diferentes de guantes y realmente no hay ninguno que pueda agarrarlo bien», se lamentaba Schmeichel.
Pepe Reina vaticinó antes del inicio del torneo que habría más de treinta goles desde fuera del área en este Mundial. El guardameta madrileño de la selección española exageró para mostrar su disconformidad con la pelota, pero ayer volvió a criticar sin ambages a la FIFA por su política con los balones: «Vamos a seguir inventando balones, sí, sí... Que a los porteros nos va a parecer cada vez más fácil intuir o adivinar las trayectorias. ¡Espectáculo se busca de otro modo!».