Selección española en Cádiz

Y La Tacita fue rojigualda

Cádiz se vuelca en la vuelta de la selección española 13 años después

Antonio Valimaña

15 de noviembre de 2006-15 de noviembre de 2019. 13 años han pasado desde que la selección española visitara por última vez el Estadio Ramón de Carranza, ahora ya completamente remodelado.

De aquella derrota con gol del rumano Marica a la actualidad han pasado muchísimas cosas. Tantas que España se ha proclamado campeona del mundo y por dos veces ha sido la dominadora en Europa. Por eso, aunque ahora -lógicamente- se ha bajado un poco el pistón, la afición recibe con locura a 'La Roja'. No es para menos. Por mucho que Malta fuese el adversario.

Desde el primer momento Cádiz se volcó. Lo hizo llenando el estadio, con una multitud apasionada esperando a los jugadores desde horas antes, luciendo banderas rojigualdas y zamarras de la selección. La pasión estaba desbordada en La Tacita. Una pasión que no tenía edad y trasladaban los propios gaditanos de la capital y los que hacían acto de presencia desde cualquier punto de la provincia. Porque llegaban desde San Fernando, El Puerto, Jerez, Puerto Real, Medina Sidonia, Barbate, Conil, Vejer, Chiclana... Y de más allá de las fronteras gaditanas. Muchos de ellos desde tierras sevillanas para arropar a dos de los suyos: Jesús Navas y Sergio Ramos.

Pasión con Ramos

Este último fue la gran atracción de la noche, el más aclamado. Con sus 168 internacionalidades, Sergio Ramos ya es leyenda de la selección nacional. Así se le quiso rendir un sentido homenaje con un vídeo recordatorio en el recién estrenado vídeomarcador. Además un mosaico con la bandera de España y un tifo en el que el capitán posaba junto al Mundial y las dos Eurocopas aportaban color. Carranza coreaba su nombre a pleno pulmón. El éxtasis pudo llegar si húngaro Viktor Kassai no hubiese anulado un gol del central en el 27'. La despedida fue inconmensurable cuando le tocó dejar su puesto a Pau Torres a la hora de juego.

El resto, con el gaditano Jesús Casas como protagonista singular desde el banquillo junto a Robert Moreno, completó el guion. Magnífica estuvo la hinchada en el himno nacional, el arte no faltó cuando el guardameta Pau López tocaba el cuero en una noche muy tranquila y las vibraciones fueron las mejores con los goles de Morata, Santi Cazorla (ovacionado al ser sustituido), Pau Torres, Sarabia, Dani Olmo (el otro gran momento de la noche con su familia gaditana en las gradas), Gerard Moreno y Jesús Navas. Siete tantos para el recuerdo.

Tampoco faltaron la ola ni el bombo de Manolo en una noche inolvidable con casi 20.000 seguidores en las gradas. Cádiz sí pudo vibrar esta vez con España. Y fue, es y será rojigualda. No lo duden.

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