Las botas solidarias del árbitro Pepe Caucelo

Hay gestos dignifican el mundo del deporte. El protagonizado por el árbitro gaditano José Caucelo Sace el pasado fin de semana, cediendo sus botas a un jugador cadete durante un partido, trasciende del entorno deportivo para convertirse en un hecho que dice mucho de una persona. El propio colegiado lo compartió en sus redes sociales y desde entonces el detalle ha alcanzado notoriedad nacional, e incluso ha recibido felicitaciones de entidades como la Real Federación Española de Fútbol.

Ocurrió durante el encuentro que disputaban el Mentidero y el Santo Cristo, de categoría cadete, en el Manuel de Irigoyen. Tal y como narra el propio protagonista, José Caucelo, que estaba actuando de árbitro asistente en la banda, «corría el minuto 60 de partido, veo como a un chaval del Mentidero, en un lance del juego se le rompía la bota de manera fortuita. De hecho, se acerca al banquillo y escucho claramente la conversación que tiene con su entrenador. Éste le pregunta si tiene otras botas disponibles, ya que el pie que tiene va a ser difícil de encontrar. Le añade que sino tendrá que dejar su sitio a otro compañero, que no va a poder seguir jugando. El chaval, de 15 años, es muy alto calza un 44 de pie y se le queda una cara de tristeza porque va a tener que ser sustituido. En ese momento, sin pensarlo demasiado, le llamo y le preguntó '¿qué pie tienes?'. Él me confirma que es el 44 y le propuse dejarle las botas para que pudiera seguir jugando. Me dijo que sí. Entonces llamé al árbitro y me descalcé. El chaval se las puso y volvió a salir al campo. Yo terminé la media hora que quedaba descalzo y cuando terminó el partido me las devolvió y me agradeció el gesto».

Pepe Caucelo bromea con el hecho de que el jugador cadete del Mentidero «casi marca un gol con mis botas. Hubiera sido la primera vez que mis botas marcan en una competición oficial». Pero lo realmente importante de esta historia, que trasciende del mundo del fútbol, es el gesto de solidaridad del árbitro gaditano con un chaval que posiblemente jamás lo olvide.

Más allá de este bonito gesto, José Caucelo cuenta con una amplia experiencia en Segunda B, donde estuvo siete temporadas como árbitro principal, además de hacerlo como cuarto árbitro en Primera y Segunda división.

Ahora, por los límites de la edad para dirigir partidos en fútbol profesional, emplea su tiempo como árbitro formador. Asegura que «hacen falta más árbitros porque hay poquitos. En Cádiz hace unos años teníamos ciento y pico y ahora está la cosa muy cortita. No obstante hay chavales con 14 o 15 años que tienen inquietud por seguir en el mundo del arbitraje. A ver si conseguimos sacar más árbitros de Cádiz». Seguro que tras conocer su bonito gesto, muchos chavales comienzan a interesarse por el mundo del arbitraje.