Así jugó el Atlético: Griezmann y Carrasco merecieron más

Poco que hacer en el gol. Detuvo otro buen disparo de Ferran al inicio de la segunda mitad y salvó el segundo tanto ante un remate a bocajarro de Raphinha.

Hizo un buen partido, de continuas subidas y bajadas. En ambas facetas se le vio activo y acertado.

Se las tuvo tiesas con Lewandowski, que le hizo algún que otro lío. Rompió el fuera de juego en el gol de Ferran. En la ocasión clarísima del polaco en la segunda mitad perdió la marca. Flojo, en general.

Lideró la defensa, aunque con los despistes habituales que a veces sufre tanto él como sus compañeros.

Falló en el gol del Barça y lo pasó mal con Raphinha enfrente. Simeone lo sacrificó para dar entrada a Reguilón y pasar a una defensa de cuatro.

No lo tuvo fácil ante Koundé, pero lo intentó de una y mil maneras. Adelantó su posición cuando el Atlético pasó a una defensa de cuatro, y aún tuvo mayor presencia en ataque. Está en un buen momento.

Lento. Se le anticiparon con frecuencia y no fue capaz de gobernar en el centro del campo. Sustituido por Barrios antes del minuto 60.

Se le vio más en la segunda mitad, cuando el Atlético apretaba en busca del empate. Antes se había esmerado en defensa. En las dos facetas cumplió.

Lo mejor que hizo fue en defensa, evitando un remate de Ferran en la primera mitad. Tuvo poco balón y no generó juego. Cambiado por Saúl.

Muy poca aportación en ataque, apenas un disparo manso que Ter Stegen detuvo sin problemas. En ningún momento fue capaz de superar a los defensas azulgranas. Cambiado por Morata en la primera ventana de Simeone.

Remató al larguero en la primera jugada del partido. Cuajó un buen partido, en su línea habitual. Las grandes ocasiones del Atlético llevaron su firma.