Bienvenidos a la colorida Francia
David Guetta protagonizó una vistosa ceremonia inaugural de la Eurocopa que mezcló tradición y modernidad sobre un enorme jardín
El colorido 'Stade de France', decorado para la ocasión con un enorme tapiz que mostró al mundo un enorme «jardín francés» con un carrusel en el medio, albergó este viernes una ceremonia de inauguración de la Eurocopa que mezcló tradición y modernidad y apenas duró un cuarto de hora, justo antes de que rodase el balón en el partido entre los anfitriones y Rumanía.
'Bienvenidos a Francia'. Ese fue el mensaje central sobre el que giró un espectáculo que tuvo como gran protagonista al famoso DJ David Guetta, estrella en el multitudinario concierto de la noche anterior junto a la Torre Eiffel, y que fue aumentando de ritmo desde que salieron a escena 150 bailarinas de cancán que dibujaron un gran círculo.
Como botón de muestra de la cultura francesa, los 80.000 asistentes disfrutaron de una de las más famosas canciones de Edith Piaf, «La vie en rose», que muchos siguieron como si se tratase de un gran karaoke. De los guiños a lo antiguo a un giro rápido a lo nuevo, con la aparición del francés Guetta en ese carrusel que se abrió y tenía instalada una mesa de mezclas en su pórtico. Sobre la marcha, las bailarinas cambiaron de atuendo sin cambiar de trapitos. Y la cantante sueca Zara Larsson se encargó de ponerle voz al himno de la Eurocopa, 'This one's for you' (Esto es para vosotros), creación del DJ.
Al final de su interpretación, una torre Eiffel de cartón en tono azulado se levantó en uno de los laterales del estadio, casi al tiempo que sobrevolaron el estadio los aviones de la Patrulla de Francia, que dejaron con rastros de humo los colores de la bandera gala. Sobre el césped, la Guardia Republicana y el coro infantil de Radio France pusieron el broche a la inauguración, con el despliegue de las banderas representativas de los países de las 24 selecciones participantes.
La ceremonia de apertura del gran campeonato continental fue un éxito, aunque ya sólo sea porque hizo olvidar por unos minutos las huelgas y manifestaciones que afectan desde hace semanas a toda Francia y los temores a algún atentado terrorista durante el torneo, sólo siete meses después de esos ataques coordinados en diversos puntos de París, que arrojaron un trágico balance de 130 muertos.
