Durante décadas, Francia ha elevado el mestizaje a la categoría de arte. La velocidad, el poderío físico, la técnica y la disciplina táctica han confluido siempre en la genética de la selección gala. Zidane, Desailly, Vieira y Thuram, por citar algunos componentes de la última escuadra ‘bleu’ campeona, son producto de una combinación infinita que ofrecen las razas que conviven en el país galo y en sus antiguas colonias. Sin embargo, el paradigma definitivo de esa artesanía del talento tiene sólo 23 años. Todos los gigantes de Europa suspiran por Paul Pogba, el hombre que mueve las manijas del combinado de Didier Dechamps con su fútbol transversal.
Pogba creció mientras veía vídeos de goles de Pelé y regates de Garrincha, a pesar de la distancia temporal que le separa de aquellas leyendas. Su estilo, además, se encuentra en las antípodas de sus admirados atacantes. El centrocampista de la Juventus esparce algunos fragmentos de su esencia con algún regate vistoso (la ruleta, por ejemplo), pero su cometido es otro. El joven faro francés, que ha deslumbrado a toda Europa, es el encargado de dar equilibrio a sus equipos. Es una garantía de fortaleza y evita que el esquema se descomponga. Pero esas virtudes no le han privado de marcar goles preciosos desde larga distancia gracias a su sensacional golpe con las dos piernas.
El líder del combinado francés, siempre en la órbita de equipos como el Madrid, el Barça y el Manchester City, entre otros, deseaba impregnarse de las mejores virtudes de los centrocampistas que le rodeaban desde que comenzó a despuntar. Y lo cierto es que no alcanza la magia de Pirlo, el recorrido y el hambre de Arturo Vidal o la sutileza de Marchisio, pero ha conseguido absorber parte de esas características hasta transformarse en uno de los mejores futbolistas en su posición. Es probable que Alex Ferguson todavía se lamente de haber dejado escapar a esta perla cuando la tuvo en el Manchester United. El gurú escocés, de hecho, prefirió interrumpir el retiro del veterano Paul Scholes que apostar por el joven Pogba.
La sociedad que forma con Matuidi, Kanté y Lass Diarra convierte el centro del campo de Francia en un auténtico muro que sólo podría venirse abajo con un veloz contragolpe o a base de elaborar mucho las jugadas. Pero sería injusto describir a Pogba como un pivote defensivo o un mediocentro corriente, sobre todo porque él lleva años luchando contra ese estereotipo. Ser un futbolista físico se lo dejó a sus hermanos mayores, los gemelos Florentin y Mathias, internacionales con Guinea, su tierra de origen. Él, casi tres años más joven, sólo podía superarlos de otra manera: con descaro y mucha clase.
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Total
7
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Titular
6
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Suplente
1
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En casa
4
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Fuera
3
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Minutos totales
637
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Minutos titular
586
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Minutos suplente
51
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Minutos jugados en casa
319
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Minutos jugados fuera
318
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Remates totales
15
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A portería
7
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Al poste
1
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De cabeza
1
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Balones
118
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Recuperados
50
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Perdidos
68
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Asistencias
11
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Totales
1
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A favor
1
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De cabeza
1
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De penalti
0
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De falta directa
0
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Pases
472
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Despejes
59
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Despejes con la cabeza
17
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Regates
33
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Regates buenos
13
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Veces regateado
24
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Faltas
21
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Cometidas
11
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Recibidas
10
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Tarjetas amarillas
1
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Por protestar
0
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Provocadas por el otro equipo
0
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Que completan ciclo
0
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Tarjetas rojas
0
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Por doble amarilla
0
-
Provocadas por el otro equipo
0