Vídeo resumen Polonia-Portugal
Portugal vive de penalti
Los lusos pasan a semifinales al superar a Polonia en la tanda tras un sopor de partido
Crónica
Después de un pulso difícil de calificar, al menos en Marsella quedó la emoción de los penaltis, que siempre son divertidos para los que no tienen intereses en juego. Polonia y Portugal se jugaron el pase a semifinales de esta Eurocopa desde los once metros, desenlace con final feliz para Cristiano y sus muchachos, de nuevo ante las puertas de una final para saldar la deuda con la historia sin la necesidad de haber ganada más que un choque aquí. Rui Patricio anuló a Blaszczykowski y se desató la fiesta roja en el Velodrome, rematada por Quaresma para comprar el billete a la siguiente ronda.
Fue el colofón a un jueves de contrastes. A Polonia le entraron las prisas, tanto que en ese inicio efervescente marcó el segundo tanto más rápido de la historia de esta competición. Llevó la firma de Robert Lewandowski , un delantero descomunal que resolvió en un periquete las dudas sobre su acierto. No había tenido apenas ocasiones en los cuatro encuentros anteriores, discretos números para un jugador que llevaba 50 tantos hasta ayer en el acumulado del curso, y el primer balón que tocó, a los 100 segundos clavados, fue para reencontrarse con su viejo amigo. El gol, con pase de Grosicki después de un error grosero de Cedric al comerse un bote de manual, obligó a que cambiara por completo la noche, una alegría para el espectador ya que durante ese tramo quedó un partido digno.
Básicamente porque Portugal tuvo que buscar la portería de Fabianski, aunque hasta el empate de Renato hubo momentos de descontrol. Con ese dibujo 4-1-4-1, William Carvalho se vio devorado por los polacos, tan solo en la medular que veía pasar la pelota de un lado a otro. Para eso, para jugar entre líneas, Milik y Lewandowski son una maravilla, peligrosos en la zona de tres cuartos y también cuando merodean por el área. Polonia parecía más equipo y abusó de la banda derecha portuguesa, superado Cedric una y otra vez.
A poco que avanzaba la velada, el conjunto de Fernando Santos fue tomando aire, medio recompuesto de ese golpe tan prematuro. Vivió del impulso de Renato , un chaval de 18 años que tiene una pinta increíble, expuesto en el escaparate y juzgado en adelante por la millonada que ha pagado el Bayern por él (35 más 45 en variables). De momento, parece que sabe lo que hace y no solo por su tanto del empate, un buen zurdazo desde la frontal que desvió Krychowiak, sino por su descaro y por su manejo del balón, un centrocampista con vocación ofensiva, habilidoso con las dos piernas y que contagió a sus compatriotas. Antes de su gol, por cierto, hubo penalti de Pazdan a Cristiano Ronaldo (empujón con el árbitro encima de la jugada), a quien no se le puede negar sus repetidos intentos, sin suerte, por enchufarse. Visto lo visto, el empate era lo más lógico.
El partido entró ahí en una fase de tanteo, muy diferente los primeros compases en la reanudación ya que abundó el respeto. Polonia pareció despertar y a Portugal ya le iba bien esperar para montar luego una contra, con Cristiano como isla y a la carrera. En una de esas, Nani le dejó en buena posición, pero el madridista remató mal, una de esas fechas de gestos y lamentos tan expresivos y apropiados para las fotos. Con todo, fueron cambiado los roles y los lusos asumieron el mando, desbravado el pulso y sin la gracia de la primera media hora. Más miedo al error que interés en el acierto, inevitable el tiempo extra.
La prórroga la pudo evitar Cristiano, incapaz de coger al vuelo un balón franco, solo ante la gloria. Y justo antes, un arrebato de Pepe sacando la pelota no terminó con gol en propia puerta de Jedrzejczyk por un palmo. Para entonces, en Marsella el sopor se mezclaba con los nervios durante esa media hora de castigo en la que no pasó nada más allá de la aparición de un espontáneo que quería un abrazo, se supone, con Ronaldo. Fue placado sin contemplación, Y de ahí a los penaltis, tan épicos como siempre. Portugal hizo pleno y Polonia se despide de Francia.
Previa
Para llegar a cuartos de final, Polonia no ha necesitado ni un tanto de Robert Lewandowski, de oficio goleador. Lleva cincuenta esta temporada, unas cifras tremendas para un atacante que domina como nadie el área. Se hartó a marcar en la fase de clasificación (13 en total, más que nadie), y en Francia sigue a cero, aunque su presencia en el duelo de esta noche contra Portugal (21 horas. Tele5 y ABC.es) es indiscutible. Lewandowski es a su país lo que Cristiano Ronaldo es para los lusos, resumida la cita en la presentación de estos dos peloteros. Nadie tiene sus registros esta temporada.
Lewandowski ni siquiera está teniendo demasiadas oportunidades en esta Eurocopa , pero no se le puede reprochar que esté jugando mal. En su equipo agradecen una barbaridad el enorme trabajo que realiza arriba, pegándose con todos y haciendo que el resto tenga presencia. « No nos preocupa demasiado que no marque , la verdad. Lo que hay que decir es que está haciendo muy bien», defiende Lukasz Fabianski, el portero de Polonia. «Presiona e inquieta al rival. Puede que no estemos creando tanto fútbol para él, pero nos da mucho», insiste el guardameta.
Es una estrella con papel de obrero, muy diferente su función cuando defiende al país en comparación a lo que hace con el Bayern de Múnich. En Baviera, estos años se ha hartado a marcar goles a partir de la idea que proponía Guardiola (3 0 aciertos esta temporada en la Bundesliga ) y ahora asume su nuevo rol. Lewandowski es, además, el jugador que más faltas ha recibido en el torneo (16). «En la historia del fútbol hay jugadores que son estrellas del equipo que no marcan y pueden ser nefastos para el equipo, pero no es nuestro caso porque es alguien que puede ayudar a la selección. Crea peligro en ataque y concentra toda la atención de los rivales», sostiene Adam Nawalka, su entrenador.
Ronaldo, a por Platini
Polonia se entrega a él casi tanto como Portugal a Cristiano Ronaldo, más solidario en defensa cuando compite por su país. En Francia está jugando de delantero centro y únicamente se le reconoció en el dramático encuentro contra Hungría, decisivo con dos goles estratosféricos.
Fue noticia por cuestionar la manera de jugar de Islandia después de empatar en el debut, falló un penalti contra Austria en el segundo encuentro que privó a su equipo de la victoria y justo antes de su exhibición ante Hungría dio el número al lanzar el micrófono de un periodista al lago porque le estaba incordiando más de la cuenta. En octavos, ante Croacia, participó de forma activa en el gol de Quaresma, pues su disparo propició que la pelota quedara muerta. La Eurocopa , una meta que se le resiste, espera su mejor versión.
Además, podría dar caza a Michel Platini , que es, con nueve dianas, el máximo realizador de la historia de este evento. Luchará contra Lewandowski por el gol.