Islandia, una hazaña en pareja
Lars Lagerback y Heimir Hallgrimsson comparten el banquillo de la selección revelación
Parte del éxito islandés lo explica su banquillo. Tienen dos seleccionadores en régimen de colaboración. Lars Lagerback es un veterano entrenador sueco de 68 años; Heimir Hallgrimsson, que fuera su ayudante, es islandés y tiene 49. Ahora dividen sus funciones. Lagerback decide las cuestiones generales, Hallgrimsson analiza al rival, o realiza el trabajo de campo. Pero la decisión es conjunta. La fórmula ya es conocida para Lagerback que llegó a seleccionador sueco en el 2000 compartiendo el puesto con Tommy Soderberg tras haber sido su ayudante.
Hallgrimsson aprende de él y hederará el banquillo terminada la Eurocopa . El mismo traspaso nórdico.
El islandés empezó entrenando al IBV femenino local. Como las hizo campeonas, pasó al masculino, y luego, definitivamente, a la Federación. Mientras tanto, por las mañanas ejercía de dentista –como Pacho Maturana–. Aún mantiene la consulta abierta, pero ya sólo acude algún día a la semana.
En la profesionalización del fútbol islandés ha tenido mucho que ver Lagerback. Hallgrimsson ha reconocido que añadió lo que faltaba. Había un trabajo de infraestructuras, pero el equipo nacional no tenía un modelo . Lagerback ha influido en el juego, el sistema, la preparación y hasta en los mensajes. En 2014 jugaron la eliminatoria de repesca para el Mundial de Brasil; la perdieron ante Croacia y haber hablado demasiado con la prensa antes del partido fue asumido como un error. No es la primera vez que Lagerback reconoce uno. También confesó que en su década al frente de Suecia se equivoco una vez en un «cambio demasiado emocional».
Lagerback, no muy lejos de la mentalidad islandesa, fue fundamental para hacerse respetar por los jugadores que viven en el exterior. Un islandés amateur no hubiera podido. Natural del norte de Suecia, se define como «un hombre del bosque». Es un entrenador del tipo analítico, de poca gesticulación. Se enamoró del fútbol de niño, con la final del Mundial del 58 entre Suecia y Brasil. Abandonó sus estudios en Políticas y se dedicó a la preparación deportiva. Le costó llegar a seleccionador, pero llevó a Suecia a cinco grandes campeonatos seguidos. Después entrenó a Nigeria . Tras un año renunció a seguir, incómodo con las injerencias oficiales. En 2011 llegó a Islandia, y la historia es conocida. La victoria ante Inglaterra no es sólo una de las grandes sorpresas recientes, sino la superación escandinava del adorado modelo inglés.
Lagerback dice cosas interesantes cuando se decide a hablar. En una entrevista a «Scandinavian Traveler» dio su visión del fútbol: «Es el único deporte colectivo en el que un equipo de 3ª división puede vencer a uno de 1ª». Practicante consumado del 4-4-2 , sólo de modo provisional, y para Nigeria, contempló el 4-5-1. Cuentan que fue Roy Hodgson, el seleccionador inglés, el que llevó ese sistema a Suecia, y quien haya visto las dos líneas defensivas de Islandia contra Inglaterra reconocerá algo de virtuosismo en ello. «Para atrapar liebres hay que correr lo que corre un perro», dijo en Nigeria. «Un jugador tiene la pelota de 30 a 45 segundos en un partido. Esos segundos son importantes, pero no lo son todo. El público se fija en eso, pero no se gana agradando al público».
En una rueda de prensa reciente, Hallgrimsson propuso cambiar la fiesta nacional (17 de junio) según lo que hiciera Islandia en la Eurocopa . La fecha está aún por determinar, pero mientras hace historia, Lagerback culmina un legado y una transición. En unos días se irá, y en Inglaterra ya se preguntan si no podría ser su nuevo seleccionador. En siete enfrentamientos, Lagerback nunca perdió.