Eurocopa 2016

¿Quién es Paul Pogba y por qué cuesta 120 millones?

El francés luchará esta noche por la Eurocopa que podría consagrarlo no ya como el centrocampista del futuro, sino del presente

Paul Pogba EFE

Alejandro Díaz-Agero

Fue hace cuatro años cuando la Juventus de Turín contrató a un chico de 19 años que apenas contaba para Sir Alex Ferguson . El futbolista, un francés de tez oscura y envergadura imponente, llevaba ya cuatro años en el club inglés, pero su trascendencia en un plantel plagado de estrellas (Rooney, Van Persie, Ferdinand, Scholes) no tenía visos de incrementar. Tras disputar 68 minutos en toda la Premier League de la temporada 2011/2012, la renacida «Vecchia Signora» puso sus ojos en él. Su personalidad refleja a la perfección la mentalidad del jugador, y casi con total seguridad el motivo de su pronta marcha del United: « Yo juego para ser el mejor , no quiero ser el segundo». Es ahora cuando los rumores apuntan a que la entidad «red devil», de la mano de José Mourinho , estaría dispuesta a ofrecer hasta 120 millones de euros por el jugador que hace cuatro campañas partió prácticamente a coste cero.

Paul Pogba nació en Lagny-sur-Marne, un suburbio al este de París. De padres guineanos, su físico supuso una ventaja importante en sus inicios en esto del balompié, aunque en ningún caso fue un impedimento para que el centrocampista desarrollase una técnica deliciosa, solo al alcance de un puñado de elegidos. Le fichó el Manchester United del Le Havre , el conjunto francés donde jugó hasta los 16 años. Una vez en tierras británicas, Pogba se limitó a jugar para el equipo sub-18 y el de reservas hasta que el 15 de agosto de 2011 Ferguson le hizo debutar en un partido contra el Arsenal . A pesar de que parecía ser el año en que rompiese el cascarón para asentarse como una de las mayores promesas de la Premier League, el ostracismo al que le desterró el veterano técnico germinó en un vuelo sin billete de vuelta con destino Turín. Hicieron falta solo unos pocos meses, y otros tantos minutos del jugador sobre el verde transalpino, para que Sir Alex saliese a la palestra a dar explicaciones por el gigantesco error que acababa de cometerse en Manchester. Según el escocés, toda la culpa del desastre había sido del representante del futbolista, Mino Raiola.

La Juventus, sabedora del diamante que tenía entre manos, le dio un un papel potente desde que puso un pie sobre el Juventus Stadium. 27 partidos de Serie A (5 goles) y 8 de Champions en su primera campaña, en la que aún jugaba con las categorías inferiores de la selección gala. Precisamente al término de aquella temporada disputó el mundial sub-20 con los «bleus». Ganó el torneo y, de paso, el Balón de Oro del campeonato. «La bomba Pogba» había explotado .

«Me veo capaz de hacerlo todo : recuperar el balón, construir en ataque, canalizar el juego, hacer los pases decisivos y marcar goles». No solo era bueno, sino que lo sabía y se lo creía. Ya en su segundo año como «bianconero» se perdió solo dos citas ligueras, y terminó la temporada vistiendo la elástica de Francia en el mundial de Brasil. Se había convertido en una realidad, un jugador que condicionaba partidos con su sola presencia.

Asentado como pieza fundamental en los esquemas de Conte primero, y Allegri después, Pogba situó sus marcas goleadoras en 8 dianas las dos últimas temporadas, cifras notables para un centrocampista. Aunque hay otro dato, el de las amonestaciones, que sirve para explicar el crecimiento del futbolista en lo referente a su mentalidad, concretamente a su implicación defensiva en busca del beneficio colectivo: en la 2015/2016, Pogba vio tarjeta amarilla en 10 ocasiones; hasta entonces, nunca había pasado de 4, y casi siempre por protestar.

Destaca sobremanera el parisino por la abusiva combinación de técnica y poderío físico que aúna, atributos que le permiten destacar en cualquier fase del juego. Es devastador lanzando ataques con espacio, ya sea conduciendo o con envíos precisos, pero también sale victorioso con facilidad cuando lo espacios escasean o si el partido exige arremangarse en defensa. Tan solo puede señalarse un aspecto que le falta por dominar, y que será el que marque el listón de su desarrollo como superestrella: la constancia . A menudo desconecta durante los partidos, se olvida de que es él a quien sus compañeros miran cuando buscan a quién dársela. Si consigue adecuarse a ser el centro de un sistema, la pieza que hace funcionar a todo un engranaje colectivo, Paul Pogba se convertirá en el jugador que por cualidades puede ser.

Por el camino hacia esta supremacía aún incierta se ha adjudicado cuatro Scudettos, un buen puñado de trofeos coperos y ha saboreado el amargo gusto de la derrota en una final de la Champions League. Esta noche peleará por conseguir su primer título con la selección de su país, la ansiada Eurocopa. Por el momento, y a pesar de haber recibido críticas por su poco peso en el juego del combinado galo durante el transcurso del europeo, puede presumir de haber llegado a sus 23 años donde muchos otros no lo hicieron en una carrera completa. A esa edad Luka Modric , por poner un ejemplo de centrocampista «top» actual, aún no había jugado al fútbol fuera de Croacia. Ahí radica la ansiedad de sus muchos pretendientes por firmarlo con inmediatez , sea cual sea el precio a pagar.

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