Eurocopa
Lyndon Dykes, el surfero que lidera el ataque escocés en la Eurocopa
El delantero australiano que jugó en un club amateur de surfistas antes de aterrizar en las Islas, hoy es la referencia ofensiva de su selección y un futbolista capital en las esperenzas de su país para alcanzar los octavos
Suiza - España, última hora del partido de la Eurocopa en directo
El ataque de la selección escocesa en esta Eurocopa tiene un marcado acento oceánico: el ariete australiano del Queen Park Rangers, Lyndon Dykes , ha sido el elegido por Steve Clarke para liderar la punta de ataque de la nación del norte de Gran Bretaña, una selección que ha vuelto a una fase final internacional tras 25 años en el olvido. El 'aussie' ha sido titular en los dos partidos que ha disputado su equipo en en el torneo y tras una derrota en el partido inaugural y un meritorio empate ante Inglaterra, mañana Escocia se juega el pase a octavos en en casa , en el Hampden Park de Glasgow ante Croacia.
Que Dykes (Queensland, 1995) sea futbolista profesional es practicamente un milagro. Como sabemos, el fútbol no es el deporte más popular en Australia y, como cualquier chaval de su ciudad, el joven Lyndon se había enamorado del rugby en su infancia. Pese a sus fuertes raíces escocesas (sus padres emigraron al gigante oceánico poco antes de que naciera), golpear el balón con el pie era algo secundario para él; practicaba ambos deportes, sí, pero solo el rugby le emocionaba . Sin embargo, en su adolescencia tras mudarse a Golden Coast, su madre le apuntó a un equipo de fútbol sin preguntarle. Allí, en el club de su nuevo barrio conoció a sus amigos y se reenganchó a los placeres del balón redondo.
Un viaje a Escocia con los 'Australian Schoolboys' (categorías inferiores del equipo nacional) llamó la atención del Queen of the South , un club de Dumfries, el pueblo de sus padres. Habían avistado a un chico rápido, corpulento, agresivo y con olfato goleador; todo lo que el fútbol escocés añora en un delantero. Con 19 años, Dykes aterrizaba en el pueblo de su familia para jugar con el equipo sub-20, donde se hartó de meter goles. Pero el joven echaba en falta a los suyos y volvió a Oceanía; en aquella época prefirió jugar con sus amigos a nivel amateur y buscarse un trabajo normal.
En cambio, el Queen of the South volvía a cruzarse en el camino del australiano. Cuando competía para el Surfers Paradise Apollo , un equipo de raíces griegas hubicado en el barrio de surferos de Golden Coast, recibió una llamada del club escocés para jugar profesionalmente en Segunda división. Sin duda, aquel fichaje cambió su vida y tras tres temporadas haciendo goles en Escocia, el QPR de Championship se hizo con sus servicios en la temporada que acaba de concluir. Tras un buen arranque, recibió la llamada de la absoluta escocesa. Dykes había pasado de estar jugando con sus amigos en un club de surferos a competir en una de las ligas más competitivas del mundo y representar al país de sus padres.
Después de una gran primera temporada en Inglaterra en la que Dykes vio puerta en 12 ocasiones, Steve Clarke le ha entregado las llaves de la delantera escocesa para la cita más importante en las dos últimas décadas para los norteños. En los dos primeros encuentros, pese a no marcar gol, el ariete ha demostrado todo su potencial. Y los escoceses le adoran; estiman ver a un chico luchar a muerte cada balón aereo, bregar con las defensas rivales y encarar la portería con ferocidad. De hecho, en la previa del partido de Wembley se rapó la cabeza, porque según dijo él iba a la guerra; todo un ídolo local.
« No dejeis que mi acento os engañe, mi sangre es escocesa », señaló recientemente el delantero para el beneplácito de su afición. Su actitud recuerda a la de Jamie Vardy; es un tipo de futbolista volcánico capaz de enaltecer a la grada. Sin ir mas lejos, en la primera acción del derbi ante inglaterra en Wembley tumbó a Luke Shaw en una disputa aerea.
De momento, el gol se le resiste al nueve del QPR. Aunque esta noche ( 21:00, Be Mad ) tendrá la oportunidad de hacerlo ante su público. Ante Croacia, los escoceses tienen una cita con la historia: solo una victoria les metería en octavos de final.
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