Eurocopa
Gosens, el MVP que quería ser policía
El mejor jugador alemán de la goleada contra Portugal tiene tras de sí una trayectoria peculiar
Suiza - España, última hora del partido de octavos de final en directo
Con solo siete años, subido en el coche de policía de su abuelo, Robin Gosens (Emmerich, Alemania; 1994) descubrió que él también quería vestirse con ese uniforme cuando fuera mayor. Más tarde, en su primera prueba de acceso a la policía fue rechazado porque sus piernas no medían lo mismo, y en la segunda, en una región diferente, su primer contrato como futbolista profesional le disuadió de tomar ese camino. Paradójicamente, aquel joven con dismetría en sus miembros inferiores hoy se gana la vida gracias a ellos. Y a juzgar por lo visto en la Eurocopa , no lo hace nada mal.
El pasado sábado, Gosens fue elegido MVP de la goleada de Alemania a Portugal. Primero, se puso la camiseta de mito para anotar un golazo al más puro estilo Van Basten que, poca fortuna la suya, fue anulado por una mano previa. Minutos más tarde, generó la jugada que acabó con el tanto en propia puerta de Ruben Días. Y luego, para sellar su gran obra, asistió en el tercero a Havertz y anotó el cuarto gol que cerró la victoria. Se convertía así en el primer defensa en toda la historia de la Eurocopa que marcaba un gol y daba dos asistencias en el mismo partido, según datos que maneja MisterChip.
🔥 Robin Gosens scoops the prize following a fine display down Germany's left side 🅰️🅰️⚽️@Heineken | #EUROSOTM | #EURO2020 pic.twitter.com/KOsT660fq3
— UEFA EURO 2020 (@EURO2020) June 19, 2021
A sus 27 años , Gosens cuenta con una trayectoria peculiar. Es el único miembro de la selección alemana que no ha jugado en la Bundesliga y su historia en el fútbol comenzó tarde, cuando, con 18 años, fue rechazado por el Dortmund. «Definitivamente no estoy bendecido con el mayor talento, sino con carácter, disciplina y mentalidad», dice en un alarde de sinceridad.
No obstante, no tardaría en llegarle la oportunidad no muy lejos de su tierra , en Países Bajos, país situado a menos de un kilómetro de distancia de su ciudad natal. Fichó por el Vitesse Arnheim , que lo cedió al FC Dodrecht, de la segunda división. En 2017 , contra todo pronóstico, recibió la llamada de una de las cinco grandes ligas. El Atalanta de Gasperini, el equipo que enamoró a media Europa con su fútbol ofensivo, quería contar con él. Costó menos de dos millones de euros y ahora está tasado en más de treinta, prueba de su excepcional crecimiento.
Como el equipo del norte de Italia, Gosens ha ido madurando con el paso de los años, aunque sigue sin acostumbrarse al éxito, y tampoco es que quiera hacerlo: «A mis ojos, simplemente no es normal salir a jugar contra el Liverpool en Anfield, y mucho menos marcar un gol», dijo en referencia a la diana del pasado mes de noviembre en Champions. «No debería considerarse normal. Es lo que sueñan millones de niños. Por supuesto, se necesita una cierta rutina para poder rendir al máximo, pero si tuviera que considerar lo que estoy experimentando como normal, lo estaría haciendo de manera incorrecta. Ese sería el momento en el que diría: no lo estoy disfrutando».
El carrilero de Low
En esta Eurocopa, menos de un año después de su primera convocatoria con la absoluta, está acaparando los elogios de los aficionados. Ante Portugal, una de las favoritas de la competición, explotó como pocos las debilidades de Semedo y se fue para casa con el trofeo MVP. Nada más terminar el partido, entrevistado por los medios, no se emborrachó de fama y volvió a evidenciar de qué pasta está hecho: «Disfruté mucho, pero toca poner el foco en Hungría». Alemania se jugará hoy su pase a octavos de final contra esta selección.
El encuentro le sirvió también como venganza personal . En un enfrentamiento contra la Juventus, Gosens le pidió la camiseta a Cristiano cuando sonó el pitido final. Era su sueño, como contaría después, pero el portugués se la negó. «Me dirigí hacia él y me perdí la ovación de la afición a nuestro equipo. Hay que establecer prioridades, amigos. CR7, sin embargo, pasó de mí». El sábado, tras castigar a la selección portuguesa, fue preguntado al respecto: «Esta vez no, quiero saborear esta tarde gloriosa. No le busqué para pedírsela».
De padre neerlandés y madre alemana, Gosens eligió Alemania pese a que Koeman, entonces seleccionador de Países Bajos, se interesó en reclutarle. «Cuando llegue el caso de ser convocado por una u otra selección decidiré con el corazón», dijo en su día. Ahora, uno puede imaginarle volviendo en el autobús de Alemania tras el partido contra Portugal con su trofeo MVP y un libro en la mano, pues la lectura es otra de sus grandes pasiones. Lo confesó, precisamente, en su biografía, publicada hace escasos meses y titulada ‘Träumen lohnt sich’ (‘Soñar vale la pena’, en español), donde cuenta que suele ser el único futbolista con un libro entre compañeros con móviles o tabletas.
En otra entrevista, Gosens profundizó en esta faceta personal, asegurando que «estudiar era importante para alejarse del fútbol». «En general, no es bueno cuando solo piensas en el trabajo. Estudiar me mantiene con los pies en la tierra y me enseña que hay otras cosas en las que concentrarme, lo cual vale su peso en oro mentalmente». En definitiva, aparcado el sueño que tenía de niño de ser policía, a Gosens le rondan la cabeza otros planes de futuro: «Mirando hacia atrás, me alegro de no haber sido policía porque creo que no hubiera sido feliz a largo plazo. Ahora prefiero verme en el campo de la psicología». Lo que es seguro es que Low tiene en él a una pieza que encaja como un guante en el sistema de la ‘ Mannschaft ’.