Eurocopa

Angustia en la Eurocopa tras el desplome sobre el césped de Eriksen

El mediapunta danés, estable después del susto, se desvaneció en el duelo ante Finlandia y fue reanimado en el césped durante 12 minutos de drama

Finlandia - Rusia en directo

Dinamarca vive una pesadilla frente a Finlandia (0-1)

Vídeo: ATLAS

Javier Asprón

Hay quien puede pensar, tal vez con razón, que esta Eurocopa itinerante que debió jugarse hace un año, y a la que sin apenas haber rodado el balón ya le ha pasado casi de todo, está absolutamente maldita. Corría el minuto 42 del Dinamarca-Finlandia , un partido intenso, muy físico y de pocas ocasiones, cuando la tragedia sobrevoló el Parken Stadion de Copenhague. Christian Eriksen , uno de los capitanes del equipo danés y estrella del Inter de Milán, caía desplomado junto a la banda izquierda sin haber tenido un contacto previo con ningún otro jugador. Sus compañeros más cercanos se dieron cuenta enseguida de la gravedad del momento y corrieron hacia él. También se acercó la cámara de televisión, que reflejó en directo el horror de una parada cardiorrespiratoria. Eriksen, tumbado sobre el césped y con la mirada perdida, recuperaba para la memoria los peores momentos que se han podido vivir en cualquier estadio de fútbol. Inevitable acordarse de Antonio Puerta, fallecido a los tres días de desmayarse en un Sevilla-Getafe. O de Dani Jarque, el central del Espanyol al que Iniesta dedicó el gol de la final del Mundial ganado por España, y que murió de una insuficiencia cardiaca en el recinto hotelero donde estaba concentrado con su equipo. Igual de trágicos que los casos del camerunés Marc-Vivien Foé o del húngaro Miklós Feher, ambos fallecidos en la última década sobre el mismo terreno de juego.

El primer objetivo de los jugadores daneses, antes incluso de que entraran las asistencias médicas, fue intentar que Eriksen, que en febrero cumplió 29 años, no se tragara la lengua. Kjaer, que portaba el brazalete de su equipo, tomó la iniciativa. Los quince minutos posteriores fueron una sucesión de imágenes angustiosas. Los servicios médicos se afanaban en salvar la vida del futbolista, primero con masajes cardiacos y poco después con los electrodos de un desfibrilador, mientras sus compañeros le rodeaban de espaldas rezando, llorando e intentando que nadie robara la intimidad de ese momento. Idéntica estampa se vivía en la grada, con aficionados uniformados de vikingos desolados, con ambas manos incrustadas encima del rostro e incapaces de contener el llanto al ser testigos directos de semejante drama. Mientras, el árbitro deliberaba en la banda qué hacer junto con el delegado de la UEFA y los entrenadores de ambos equipos. Resultaba una imagen chocante por lo que estaba ocurriendo justo en el otro extremo del estadio, pero la burocracia a veces tiene estas cosas. Los finlandeses, completamente en shock, apartados de forma consciente de la zona de crisis e igualmente rezando por el rival, eran enviados al vestuario, porque a esas alturas todos tenían ya claro que en esas condiciones no se podía seguir jugando.

Kjaer , otra vez él, y el guardameta Schmeichel, otro peso pesado de la plantilla danesa, intentaban consolar sin demasiado éxito a Sabrina Kvist Jensen , la mujer del mediapunta. Lo que debía haber sido una jornada festiva, el debut de su marido en una Eurocopa especial, a pocos kilómetros de la ciudad que le vio nacer, se tornaba en una pesadilla. Kjaer abrazaba con fuerza a la mujer, entre otras cosas para que ésta no saliera corriendo en dirección a su esposo, aún debatiéndose entre la vida y la muerte.

Directo al hospital

Un sonoro aplauso desde el graderío acompañó la salida de Eriksen del estadio, doce minutos después de que ocurriese el desvanecimiento. El jugador era trasladado en camilla, con oxígeno y tapado con unas lonas blancas. Sus compañeros, siempre junto a él, acompañaron a la comitiva médica hasta la misma puerta de la ambulancia. Antes de salir por una de las esquinas, un fotógrafo de la agencia AFP captó una imagen para la esperanza. Eriksen aparecía incorporado sobre la camilla y con los ojos abiertos. A muchos les sorprendió que la ambulancia no llegara a aparecer en ningún momento sobre el césped del estadio, pero la actuación médica fue la indicada por los protocolos de la UEFA .

El horror dio paso a la incertidumbre. Desde fuera, cientos de futbolistas, clubes y estamentos del fútbol mundial empezaban a expresar su angustia por lo ocurrido y mandaban toda la fuerza posible a Eriksen . También la selección española, de forma conjunta, enviaba su «más sincero apoyo y cariño» a un futbolista de enorme clase y talento.

Un primer comunicado de la UEFA confirmaba poco después que Eriksen había sido trasladado al hospital «tras ser estabilizado». También la Federación Danesa ofrecía buenas noticias. «Eriksen está despierto y debe someterse a más exámenes en Rigshospitalet». El centro médico está a menos de dos kilómetros del principal estadio de Copenhague. Dos buenas noticias que ponían calma a la situación. A esas alturas, más de una hora después de lo sucedido, las gradas del Parken Stadion aún seguían llenas, pues nadie había confirmado de forma oficial la suspensión definitiva del partido. Al contrario, una vez se comprobó que la vida del jugador no corría peligro las autoridades deportivas se movieron rápido y se anunció la reanudación para las 20.30 horas. Los hinchas finlandeses y daneses, hermanados por la crisis, cantaban ya juntos en honor a Eriksen.

El partido se reanuda

Un segundo comunicado de la organización confirmaba que Eriksen había superado la crisis. «Le deseamos al jugador una rápida y completa recuperación y agradecemos a los dos equipos su actitud ejemplar». No solo eso, sino que la UEFA anunciaba la reanudación del partido para las 20.30 horas, menos de dos horas después, «siguiendo la petición de ambos equipos». «Se jugarán los últimos cuatro minutos de la primera parte, luego habrá un descanso de cinco minutos y después se disputará la segunda parte», explicaban.

La decisión de reanudar el choque, así como la de mantener el partido entre Bélgica y Rusia previsto para las 21.00 horas, no estuvieron exentas de polémica. Costaba digerir que el asunto se despachara con esa velocidad. Pero pese a la enorme tensión vivida en Copenhague, la Eurocopa no se detenía. «Momentos como este ponen todo en la vida en perspectiva», decía en otro comunicado Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA. «Le deseo a Christian una recuperación completa y rápida y rezo para que su familia tenga fuerza y fe. La unidad de la familia del fútbol es tan fuerte que él y su familia llevan consigo los buenos deseos y las oraciones de todos. El fútbol es hermoso y Christian lo juega maravillosamente». La Eurocopa se ha acabado para Eriksen de forma prematura, pero la vida ha decidido darle una nueva y preciosa oportunidad al danés, que ya se incluso hablaba y se comunicaba a última hora de la tarde.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación