Eurocopa

Alemania y Low, de nuevo en situación límite

No pueden distraerse con la polémica del 'caso arcoíris' porque se juegan ante la aguerrida Hungría el pase a octavos en Múnich

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Ignacio Tylko

Tintes sociales, ajenos a lo meramente deportivo, marcan la 'final' que este miércoles afronta Alemania ante Hungría en el Allianz Arena de Múnich. Los germanos haría bien en no distraerse por el 'Rainbow-gate' (caso arcoíris en inglés), que agita a los medios de comunicación y a la opinión pública y ha llevado la previa de esta cita cumbre por otros derroteros.

La UEFA impidió este martes que que la capital bávara ilumine su estadio durante el partido con los colores de la comunidad LGTBI, para protestar contra una ley considerada discriminatoria y votada recientemente por el ejecutivo magiar del ultraconservador Viktor Orban.

Recuerda el oganismo presidido por Aleksander Ceferin que los estatutos de la UEFA le obligan a ser neutra desde el punto de vista político y religioso y que, por consiguiente, no puede permitir iniciativas que rechacen cualquier medida aprobada por los gobiernos de sus asociados.

El portero Manuel Neuer, en cambio, sí está autorizado a llevar su brazalete de capitán con los colores arcoíris que exhibe desde el inicio de esta Eurocopa para defender los valores «de apertura y tolerancia», explicó la Federación Alemania. La UEFA se lo permite porque en este caso entiende que no se trata de un mensaje político dirigido de forma específica contra un país o un gobierno.

Más allá de reivindicaciones, en torno a las 23:00 Joachim Low habrá cumplido con su obligación o será un entrenador ya jubilado. Ante el rival más sencillo del grupo de la muerte, sobre todo al jugar lejos de sus incondicionales en el repleto Ferenç Puskas de Budapest, Alemania se clasificará a octavos si vence o empata, pero quedaría eliminada en el improbable caso de ser derrotada.

Tres años después de la humillación de quedar fuera del Mundial de Rusia en la fase de grupos, la 'Mannschaft' vuelve a estar en un escenario parecido: tres puntos después de dos encuentros y un duelo decisivo contra el adversario más débil. El combinado alemán es claro favorito ante su público pero más todavía lo era en su tercer partido del Mundial de Rusia, antes de caer ante Corea del Sur.

«Hace tres años también habíamos ganado nuestro segundo partido y quedamos eliminados», avisa el defensa central Matthias Ginter . Hay una diferencia porque si Alemania es derrotada, pero Portugal también cae ante Francia, será tercera del grupo F. Y todavía tendría una oportunidad de ser repescada entre las cuatro mejores terceras. Muchas cábalas y una conclusión: a partir de ahora, cada partido puede ser el último para Low. Después de 15 años en el cargo será sustituido por Hansi Flick tras la Eurocopa.

Su fracaso o su éxito en el torneo, ya que en Alemania los grises son casi tan complicados como en España, determinarán el lugar que ocupará el técnico bávaro en los libros de historia: un gran seleccionador, campeón del mundo en 2014 y víctima de un 'accidente' en Rusia, o un tipo cegado que no supo ver su declive.

La contundente victoria ante Portugal (4-2), con muy buen juego y una actitud encomiable, es muy valiosa de cara al duelo contra los aguerridos húngaros, muy motivados tras su empate 1-1 contra Francia y necesitados de un triunfo para pasar a octavos. «El partido puede ser todavía más duro que contra Francia y Portugal porque los húngaros defienden abajo con ocho o nueve jugadores», advirtió Low.

Muller, tocado en una rodilla

La 'Mannschaft' corre serio riesgo de tener que jugar sin Thomas Muller, tocado en una rodilla. Su creatividad y movilidad serían claves ante un rival que defenderá en 30 metros. A la calidad deportiva del atacante del Bayern hay que añadir la experiencia y carisma de un futbolista que fue desterrado tras el Mundial, pero reclutado para la Eurocopa.

Sin 'radio Muller', como cariñosamente le definen algunos compañeros, los entrenamientos de Alemania han sido menos animados en su cuartel de Herzogenaurach, la sede de Adidas, «Todos nosotros y todo el país esperamos que se recupere», deseó Leon Goretzka.

Cuatro titulares más han sido dosificados a lo largo de los últimos días: Toni Kroos, muy cansado, Ilkay Gundogan, con molestias en un gemelo, Robin Gosens, la estrella ante los lusos que acabó tocado en los aductores, y el veterano central Mats Hummels, son una rodilla renqueante. Low, no obstante, confía en poder alistarlos.

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