Fútbol
(Crónica) Atlético Sanluqueño - San Fernando: 90 minutos más de infarto (0-1)
Primera RFEF. Grupo II
El equipo azulino sigue vivo al ganar en el 93' con un gol de Marcelo a pase de su portero
El Atlético Sanluqueño, que ya tenía la salvación asegurada, tendrá que amarrar la permanencia en Castellón mientras los isleños apretarán ante el Linares
Sanluqueño - San Fernando: Sólo puede quedar uno
Si Alfonso Herrero evitó hace una semana la victoria del San Fernando CD ante el Málaga, Diego Fuoli se ha convertido en el salvador 'in extremis' de un equipo isleño que iba directo a la Segunda RFEF y que ahora sigue manteniendo la esperanza en que todo es posible.
El guardameta del Málaga se llevó dos puntos del Iberoamericano con un gol de cabeza en el último suspiro del encuentro de la pasada jornada. Y ahora, merced a un caprichoso destino, el arquero azulino servía en bandeja en el minuto 93 un balón de oro a su compañero Marcelo, que no perdonó en... ¡un córner a la desesperada! Ver para creer.
El silencio fue atronador en El Palmar porque en Sanlúcar de Barrameda ya se veían con la permanencia en la Primera RFEF en el bolsillo y el San Fernando CD camino del descenso. Ahora el Atlético Sanluqueño la sigue teniendo en su mano porque le basta con sacar un punto en Castalia ante un campeón de vacaciones o simplemente esperar que el San Fernando CD no gane. Eso sí, los isleños reciben en Bahía Sur a un Linares Deportivo ya descendido y sin ganas de mucha fiesta.
Intranquilidad en El Palmar y júbilo en tierras isleñas al término de una cita por lo que se avecina, ya que unos ya daban por hecho el objetivo, al tiempo que los otros buscaban a la desesperada una proeza que por ahora sigue siendo posible.
O lo que es lo mismo, otra semana más de tensión en Sanlúcar y San Fernando, San Fernando y Sanlúcar, dos ciudades de la provincia de Cádiz que en los últimos tiempos están enemistadas a nivel balompédico.
Hasta la bandera
El Palmar estaba abarrotado, con el color verdiblanco presente en cada esquina. Únicamente un reducido grupo de algo más de 150 personas animaban sin cesar al San Fernando. Los isleños querían ser muchos más, pero el club comandado por Juan Cala y Coke Andújar se había encargado de amarrar un escenario idóneo para una ocasión tan singular.
El encuentro comenzó parejo y con ambas escuadras midiendo sus fuerzas. Los locales se acercaban por medio de Joaquín y Airam Cabrera, al tiempo que Coke reclamaba un penalti que no llegaba. Poco antes del descanso, la grada se venía arriba con una gran jugada de Mwepu que terminaba de un chut de Guti desde la frontal que no encontró la portería de Fuoli.
José Carlos, Farrando y David Ramos merodeaban la meta sin demasiada suerte. Así se llegaba al intermedio. Todo estaba en juego.
Fue empezar la segunda mitad y dar un paso al frente el San Fernando. Pau, Yeray, Biabiany, Ángel Sánchez... El ataque azulino se incrementaba, pero el equipo de Abel Segovia llevaba la intranquilidad a la escuadra de Nano Rivas con respuestas de peligro, con Joaquín de nuevo como amenaza.
Pasaban los minutos y los locales defendían con todo su ventaja mientras Biabiany llevaba la desesperación a la grada con sus internadas. Así hasta que llegó el final de infarto, con el guardameta Fuoli y el recién entrado Marcelo como protagonistas.
Atlético Sanluqueño 0 San Fernando CD 1
Primera RFEF. Grupo II
- Atlético Sanluqueño: Samu Pérez; Coke, Fer Román, Rojas, Carbonell (Viti, 32'); Joaquín, Luis Vacas (Martín Calderón, 67'), Álex Guti (Zaca, 67'), Zelu; Airam (Nacho, 67') y Mwepu.
- San Fernando CD: Fouli; Lillo Castellano (Yerai Dávila, 46'), Farrando, José Carlos, Luis Ruiz; Fullana (Víctor Ruiz, 95'), Dani Molina, Pau Martínez (Cristian Herrera, 77'), David Ramos; Ángel Sánchez (Marcelo, 77') y Aquino (Biabiany, 61').
- Gol: 0-1: Marcelo (93').
- Árbitros: Morales Moreno, comité almeriense. Amonestó al local Zelu y al técnico Abel Segovia, y a los visitantes Lillo Castellano y Fuoli.
El Palmar era una tumba y en La Isla celebraban como nunca un gol que puede ser histórico o no servir para nada en apenas una semana.
Lo único que queda claro es que serán otros días llenos de tensión en los que, ahora sí, sólo podrá quedar uno. De postre, otros 90 minutos de auténtico infarto. ¿Alguien da más?