Fútbol
El Barcelona acrecienta sus dudas sobre Xavi
Pese a que lidera la Liga y sigue vivo en la Copa, el equipo no transmite buenas sensaciones y desde dentro del club se mira con recelo su discurso
Resultados y equipos clasificados para los octavos de final de la Copa
Llevaba el Barcelona varios años instalado en una montaña rusa de sensaciones donde convivían la ilusión por algunas victorias brillantes con la frustración tras batacazos inesperados. La llegada de Xavi hace un año, tras la destitución de Koeman, marcó una hoja de ruta ... necesaria para un equipo que transitaba por la improvisación y a base de preocupantes vaivenes. El egarense ilusionó a la afición con su discurso, se le concedió toda la paciencia exigida, se le fichó a todos los futbolistas que solicitó y fue bendecido por el entorno, empecinado en suplir la crítica por relajantes masajes a pesar de las dos prontas eliminaciones en la Champions League en apenas doce meses. Esa desilusión en Europa ha sido convenientemente camuflada esta temporada por la buena trayectoria en Liga, en la que el Barça afrontó el parón por Mundial como líder.
Pero han bastado dos partidos desde el retorno para dejar al aire las costuras de un equipo que se empeña en tropezar continuamente con la misma piedra. Se dejó empatar por el Espanyol a pesar de llevar el peso del partido y gozar de muchísimas ocasiones, y sufrió lo indecible ante el Intercity en los dieciseisavos de Copa. Xavi lo advirtió en la previa y lo verbalizó de nuevo tras el partido ante el equipo alicantino, reconociendo que está «intranquilo» porque el equipo repite errores. Ni se cierran los partidos, evidenciando una preocupante falta de efectividad, ni se impone la contundencia necesaria en defensa para desbaratar las pocas ocasiones que les crean. Un 'déjà vu' heredado de la etapa de Koeman que parece imposible de desterrar.
El sufrimiento ante un equipo de Primera RFEF para superar la ronda copera o la imagen mostrada en Europa, donde solo sumó un punto en los dobles enfrentamientos ante Bayern e Inter, viéndose abocado a disputar la Europa League por segundo año consecutivo, han generado dudas en el club y ya se mira con recelo el discurso del técnico. Laporta defiende a Xavi en público, pero en privado lamenta haberse dejado llevar por las presiones para ficharlo cuando destituyó a Koeman. «Estoy contento porque el Barça pasó. La actitud de los jugadores fue positiva y el partido fue entretenido. No estoy decepcionado con el juego, al contrario. Hubo momentos de sufrimiento, pero tenía claro que acabaríamos ganando», apuntó ayer el presidente en una entrevista concedida al programa 'Què t'hi jugues' de la Cadena Ser, aunque al técnico solo le sostiene la intacta posibilidad de conquistar la Liga.
En la zona noble hay cierto desencanto por la poca regularidad mostrada por el equipo, sobre todo en cuanto a las sensaciones que transmite. Además, desde las oficinas se desliza el malestar por el escaso rendimiento que están ofreciendo la mayoría de jugadores que llegaron avalados por el técnico. Solo Lewandowski y Koundé han respondido, en contrapunto a las actuaciones de Ferran Torres, Adama, Kessié, Christensen, Raphinha, Marcos Alonso y Bellerín. Por este motivo se ha decidido cerrarle el grifo durante este mercado invernal.
«No habrá ningún movimiento salvo oportunidad inesperada. En verano ya hicimos el trabajo necesario y el entrenador está contento. Tenemos plantilla para tener opciones de ganar títulos esta temporada. ¿El PSG está interesado en Dembélé? No está en venta. En su momento ya afrontaremos su renovación, es uno de los jugadores más importantes del equipo. Es uno de los puntales. Siempre que juega desborda. En Alicante marcó un gol magnífico», advirtió Laporta este jueves.
La afición también empieza a albergar dudas, algo habitual en un deporte como el fútbol, donde los resultados y las sensaciones marcan el presente inmediato y donde no hay espacio para el recuerdo ni la memoria. La habitual autocrítica de Xavi, con un discurso exigente y una filosofía inalterable, destapó las carencias de su equipo, aunque disculpó el excesivo sufrimiento vivido y llegó a defender a sus futbolistas tras una eliminatoria en la que se rozó el fracaso. No hay que olvidar que el Intercity es un equipo de Primera RFEF, tasado en su globalidad en 4,5 millones de euros, infinitamente menos de lo que vale cualquier titular del equipo azulgrana.
«Esto puede pasar porque la Copa tiene estas cosas. Ya hay varios equipos de Primera eliminados. Es difícil y más cuando no sentencias. Nos hemos complicado la vida nosotros mismos. Evidentemente hemos sido superiores pero hemos concedido muchas ocasiones. No hemos estado contundentes», se defendía el técnico, que tildó las dudas generadas durante el partido como un «aviso».
El egarense se defendió -«No hemos hecho el ridículo»- y quiso dejar claro que no está decepcionado: «Lo que me deja intranquilo es esta falta de contundencia en las dos áreas». «Debíamos dominar el partido y hemos estado bien, generando muchas ocasiones, pero debemos ser más efectivos, los partidos tienen que cerrarse antes», añadió, cerrando su comparecencia ante la prensa con un mensaje ambiguo. «Por el juego no estoy preocupado, el juego ha sido bueno. Me voy satisfecho del juego, no de la contundencia».
En Madrid, sin Lewandowski
El Metropolitano es el escenario en el que Xavi debe despejar todas las dudas que han aflorado. Y deberá acudir a la cita con el Atlético de Madrid sin Lewandowski, el único que asegura gol en el Barcelona (el polaco ha anotado 13 goles de los 34 que ha marcado el equipo, lejos de los cuatro que ha conseguido Dembélé y los tres que suma Pedri), después de que el TAD confirmara su sanción de tres partidos y dejara sin efecto la cautelarísima concedida por el Juzgado Central de lo Contencioso Administrativo de Madrid. Ansu Fati se perfila como su relevo. Tampoco estará Jordi Alba, expulsado ante el Espanyol. Más problemas para Xavi.
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