Ceuta 0 - Barcelona 5

El Barça gana en modo obrero

Copa del Rey

Golea con facilidad al frágil Ceuta con tantos de Raphinha, Lewandoswki (2), Ansu Fati y Kessié

Xavi y la importancia de ganar al Real Madrid

Raphinha, autor del primer gol, celebra con sus compañeros EFE
Salvador Sostres

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Era un partido para demostrar la profundidad o no de la victoria contra el Madrid en la Supercopa. Un partido teóricamente fácil, pero que por la especial motivación de un equipo menor podía complicarse si el Barça lo daba por ganado. Un partido para demostrar actitud, madurez, compromiso, continuidad en el esfuerzo de la final del domingo, un esfuerzo poco frecuente en un equipo acostumbrado a desvanecerse a partir del minuto 20.

Ceuta 0 - Barcelona 5

  • Ceuta Tomas Mejías; Alain, Juan Gutiérrez, Robin (Danese, min.68), David Alfonso; Reina, Aisar (Redondo, min.57); Ñito, Jota (Julio Iglesias, min.57), Adri Cuevas (Pablo García, min.57) y Rodri (Casais, min.78)
  • Barcelona Iñaki Peña; Bellerín, Eric, Marcos Alonso (Christensen, min.73), Jordi Alba; Sergi Roberto (Busquets, min.73), Kessié, Pablo Torre (Gavi, descanso); Raphinha (Ángel Alarcón, min.79), Lewandowski y Ferran Torres (Ansu Fati, min.60)
  • Goles 0-1, min. 40: Raphinha; 0-2, min. 49: Lewandowski; 0-3, min. 69: Ansu; 0-4, min. 76: Kessié; 0-5, min. 89: Lewandowski
  • Árbitro Martínez Munuera (Comité Valenciano). Amonestó a Ñito

El Barça lo resolvió vestido de lampista, sin talento pero con oficio. Sin grandes lucimientos pero con profesionalidad y jugando en serio. En modo obrero. Así también se gana y más en frías noches que no le importan a nadie.

El Ceuta salió intenso, a por todas, mucho más que un Barça en el que segundones como Bellerín, Kessie, Pablo Torre tuvieron su oportunidad en la titularidad. También los últimamente relegados Éric García y Raphinha. Todos la desaprovecharon salvo Kessie, clave en el segundo gol y autor del cuarto, y Raphinha, que de una bella curva marcó el primero.

Tras unos iniciales destellos locales, poco a poco el Barcelona se fue instalando en el campo del rival, y el Ceuta esperaba su momento para salir corriendo y probar suerte. Partido más físico que técnico, césped en magníficas condiciones: hay que felicitar a los anfitriones por una alfombra mejor que la del Camp Nou.

Los ataques del Barcelona no tenían demasiadas consecuencias, ni ponían al Ceuta en demasiados aprietos, pero eran cada vez más constantes y a los locales no les duraba nada el balón. Era lo esperable. Presión azulgrana cada vez más asfixiante, aunque mientras no llegara el gol todos los escenarios permanecían abiertos y no eran en absoluto descartables. No era el Barça de Arabia Saudí. Menos talento, menos hambre. Menos premio, menos motivación, la noche sobre Ceuta caía como un adagio.

Como siempre a partir del minuto 20 -como siempre en el Barça- empezaron las imprecisiones y los correcalles. El Ceuta parecía sacudirse un poco la presión pero le costaba mucho todo lo que intentaba: demasiado como para pensar que la noche podía serle propicia. Pero a la media hora Rodri remató un córner escapándose de Alba y casi marca. Fue la más clara hasta aquel instante.

A falta de espectáculo en el terreno de juego, la grada empezó a saludarse de punta a punta del campo al grito de: «Hola, fondo sur», y «hola, fondo norte», demostrando que el fútbol cuando es malo no interesa ni a los forofos ni a los jugadores, y así se devalúa el fútbol, las audiencias, los ingresos, y el público acaba jugando al «Hola, don Pepito; hola, don José», porque además de pasar frío no sabe ya qué más hacer.

Un buen Lewandowski

No era un Barça espantoso pero era un Barça mediocre. No era el equipo ansioso por demostrar que ha crecido, pero todo parecía indicar lo que acabó sucediendo en el minuto 40, y es que de una acción de calidad individual el Barcelona conseguiría adelantarse. Raphinha de un buen disparo enroscado marcó el primero de la noche. Es la acción y el gol que se necesitan en estos partidos embozados. Laporta está tan gordo que al sentarse de una manera un poco rara para estar menos incómodo tenía poco ángulo y no vio el gol. Se lo tuvieron que decir para que se enterara.

Y si hay algo que desmoralice más que un gol al filo del descanso es que te marquen otro justo en la reanudación, que es lo que hizo Lewandowski tras una eficaz presión y asistencia de Kessie. Un Barça obrero, práctico, poco brillante pero al fin resolutivo sentenciaba la eliminatoria y hundía al Ceuta en los nervios, la precipitación y el caos. Un Ceuta digno, que no merecía el escarnio. Un Ceuta que merece todos los respetos por su entereza, pero un fútbol español que ha de preguntarse muy seriamente si tiene algún sentido hacernos perder el tiempo y el dinero con partidos que ni que hubieran salido al revés habrían tenido ningún interés, ni siquiera para los aficionados locales. «Hola, don Pepito. Hola, don José».

Ferran Torres buscaba una noche de afirmación y se marchó tan decepcionado como a nosotros suele decepcionarnos. Este chico está como bloqueado, pero es que además yo creo que el problema es que no vale nada. Nada. Y que si Pep lo dejó ir es porque lo sabía, y es uno de los muchos regalos envenenados que le ha hecho al Barça. A Ferran le sustituyó Ansu Fati, que marcó el tercero. Merecido premio para Kessie, que logró el cuarto rematando un centro de Raphinha. Cerró la noche Lewandowski, de un destartalado disparo.

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