Fútbol
Los agentes de futbolistas ya no hacen el agosto en verano: «Ha llegado la tarifa plana»
La escasez de movimientos en el mercado y las nuevas normas de la FIFA impacientan a los representantes
Guerra abierta entre Mbappé y Al-Khelaifi tras los dardos del delantero al PSG
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A algunos les sorprendió la semana pasada que varios representantes de futbolistas saliesen a criticar a la madre de Kylian Mbappé, Fayza Lamari, por querer fundar una agencia de jugadores sin ser una profesional del gremio. Pero la reprimenda a la protagonista del principal ... culebrón futbolístico estival tiene un denso trasfondo: la profesión de agente está cambiando de tal forma que los veranos ya no son necesariamente una oportunidad para recoger los frutos del primer semestre del año y pegar –ojalá– un 'pelotazo' definitivo. «La cosa se está poniendo muy jodida», dice un representante con veinte años de experiencia. «Este verano gira todo sobre Mbappé… Y poco más».
El mercado de verano se abrió de forma oficial el 1 de julio. Aunque se ha reanimado algo estos días con el fichaje del atacante turco Arda Güler por el Real Madrid, los agentes consultados por este periódico coinciden en que el zoco balompédico está por ahora «flojo» o «muy flojo». Los límites salariales impuestos por la Liga para mantener el equilibrio económico y las restricciones aprobadas por la FIFA para «profesionalizar» y dar transparencia al sector han enfurecido al gremio: «La nueva normativa de la FIFA es una auténtica vergüenza», explica a ABC Pedro Bravo, presidente de la Asociación Española de Agentes de Futbolistas, que ha anunciado querellas contra la entidad que rige el fútbol mundial por violación de las reglas de la competencia y desprotección al empresario (similar a una denuncia que ha suspendido recientemente la entrada en vigor de la normativa en Alemania hasta que el Tribunal de Justicia Europeo se pronuncie al respecto).
El embrollo es complejo de resolver, como reconoce el propio Bravo: «En España hay casi 800 agentes, y futbolistas profesionales serán 1.200. El mercado es cada vez más limitado. Si a ello le sumas el intervencionismo injustificable de la FIFA y los topes salariales que ha impuesto la Liga, ¿cómo hacemos? [...] Las conversaciones con los directores deportivos están siendo todas iguales: hay una tarifa plana de precios, independientemente de la calidad del jugador. En Segunda División todos dicen lo mismo: 'Podemos pagar 200.000 [euros], sea quien sea'».
Bravo se refiere al salario anual del jugador, de cuyos emolumentos el agente sólo podrá percibir el 3% a partir del 1 de octubre (con las nuevas reglas FIFA). Según varios representantes, se paga mejor ahora mismo en Grecia, Turquía o incluso Chipre que en un equipo de la parte baja de la tabla de Primera División. Todo esto sucede en medio de la disrupción iniciada por el Gobierno de Arabia Saudí, cuyo empeño por fichar estrellas de las ligas europeas modifica notablemente el panorama en España y el resto del continente.
Ofrece a los agentes, además, una salida no exenta de riesgos: como publicó 'Relevo' hace unos días, la avalancha de petrodólares ha desatado la aparición de presuntos intermediarios de clubes interesados en la cartera de jugadores de los representantes. En el caso de agentes de tamaño medio con serios problemas en el mercado doméstico, las probabilidades de éxito de estos intermediarios sin licencia (que defienden la estabilidad de su liga frente a la volatilidad de la Superliga china) aumentan notablemente. La nómina de futbolistas para apuntalar sus argumentos no deja de subir: Cristiano Ronaldo, Benzema, Kanté, Koulibaly, Brozovic o Rubén Neves ya jugarán en la península arábiga la próxima temporada.
Esta 'ventana' del mercado presenta otro matiz inusual: la cantidad de buenos futbolistas que quedaron libres el 30 de junio y pueden arribar a un club a coste cero este verano: además de Gundogan o Iñigo Martínez, que ya han fichado por el FC Barcelona, estrellas como Marco Asensio (nuevo jugador del PSG), Di María, Sergio Ramos, Firmino, Zaha, Blind, Bellerín, De Vrij, David de Gea o Oxlade-Chamberlain.
Mercado parado
Nadie niega actualmente que el mercado está preocupantemente parado en España (hasta el punto de que la Liga ha relajado los controles financieros un 10% para clubes excedidos de presupuesto). Está habiendo muchos más fichajes en Inglaterra, como es evidente. Pero allí también se espera una contracción futura del gasto: ante la relajación financiera de los grandes clubes, el Gobierno británico ha creado un órgano de control económico para la Premier League. Entre sus funciones principales estará evitar el colapso de clubes por inversiones desmesuradas (como ha sucedido varias veces en las categorías inferiores en la última década).
Cada vez más restringidos por autoridades que quieren reducir las comisiones de la jungla futbolística (el famoso 'aquí pilla todo Dios', que incluye a altos directivos), los agentes se muestran este verano más alterados de lo normal en los medios: además de los reproches a la madre de Mbappé por diversas voces, el representante de Franck Kessié, por ejemplo, censuró recientemente en público a un periodista concreto por publicar presuntas falsedades sobre su cliente en la prensa deportiva de Barcelona.
El próximo 20 de septiembre los agentes con menos de ocho años de experiencia habrán de pasar de nuevo por las aulas para hacer el examen que les otorgue la nueva 'licencia FIFA'. (En la primera convocatoria, el 20 de abril, sólo aprobó la mitad). Pero será a partir del 1 de octubre cuando se les vigile con lupa: sólo podrán cobrar un 5% de los salarios inferiores a 200.000 dólares y un 3% de los salarios que superen esa cantidad. Además, la FIFA les retirará la protección cuando los clubes quieran negociar directamente con los futbolistas: una decisión que puede colocarles en una situación de desamparo absoluto. «Si esto sigue así», concluye Pedro Bravo, «vamos a tener que cerrar casi todos; y entonces sí que la FIFA va a tener un problema».
La liberalización total de la profesión que decretó la FIFA en 2015 fue un error: hay unanimidad sobre ello entre los diversos actores del conflicto (incluido el propio organismo con sede en Suiza). Lo que está menos claro, según el paisaje actual, es cuál sería la mejor manera de resolverlo.
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