Así afecta al Valencia el cierre de parte de Mestalla

La decisión del Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) por la que el Valencia deberá cerrar cinco partidos la grada de animación Mario Kempes (antigua 'Curva Nord') debido a los insultos racistas proferidos hacia Vinicius está levantando una gran polvareda en la ciudad del Turia.

El Valencia CF, enfrascado de pleno en la lucha por la permanencia en la máxima categoría del fútbol español a falta de tan solo tres jornadas, publicó anoche un comunicado en el que anunciaba que recurrirá la sanción por considerarla «totalmente injusta»: «El Valencia CF recurrirá hasta la última instancia el cierre de la Grada de Animación, una sanción que considera totalmente injusta y un agravio más en las últimas decisiones disciplinarias que se han tomado en contra del Club. El Valencia CF pide el máximo respeto y rigor por nuestra institución y aficionados El Valencia CF ha aplicado la máxima sanción posible con la expulsión de por vida de nuestro estadio a los aficionados que la Policía ha identificado por sus comportamientos racistas. Por esta razón consideramos que penalizar y privar de poder ver a su equipo a todos los aficionados que no estuvieron implicados en estos lamentables incidentes es una medida totalmente desproporcionada, injusta y sin precedentes contra la que lucharemos».

Entre los daños que ocasionará esta sanción se encuentra la económica, ya que los precios de las entradas para esa grada de cara al próximo partido es de 45 euros, y, especialmente, las anímicas y deportivas, ya que el primer partido que tendrían que cumplir de sanción es el correspondiente a la penúltima jornada del campeonato. A pesar de que los tres puntos sumados ante el Real Madrid supusieron un bálsamo de cara a alcanzar la ansiada permanencia a final de temporada, esta aún no se ha logrado de forma matemática.

El Valencia, que a falta de finalizar la 35ª jornada, ocupa la decimotercera posición en la tabla, cuenta con 40 puntos, cinco más que el Getafe, equipo que ocupa la 18ª posición, la primera que supondría el descenso. El rival del conjunto ché en la jornada 37 es el Espanyol, que a día de hoy descendería a Segunda ya que ocupa la penúltima plaza con 34 puntos.

Por tanto, a falta de los resultados de la jornada en curso, podría ser un choque vital para las aspiraciones de ambos equipos. La ausencia de los aproximadamente 4.000 aficionados que normalmente ocupan la grada de animación supondría un duro golpe al apoyo de los valencianistas en tan crucial duelo.