Caso Neymar
Y Zidane pasaba por allí
El entrenador del Real Madrid coincidió con Neymar cuando este salía de la Audiencia Nacional
Como si encarara a un débil defensa, Neymar llegó ayer a la Audiencia Nacional impasible, a pesar de la insólita expectación generada a las puertas del tribunal. Caminó despacio el paseíllo de unos treinta metros que separa la calle Génova de la sede judicial donde ayer declaró como imputado por estafa y corrupción entre particulares. Diez minutos antes de las cinco de la tarde, cuando estaba citado ante el juez, apareció en una furgoneta negra de la marca Mercedes, de donde se bajó acompañado de su padre y un séquito de abogados y guardaespaldas.
Nada más bajarse del vehículo, el futbolista atendió a un pequeño grupo de aficionados del Barça, a los que firmó autógrafos. Vestido con chaqueta negra con ribetes plateados, camisa blanca, pantalones vaqueros oscuros y botines negros, Neymar avanzó a la sede del tribunal serio, mirando la pantalla de su teléfono inteligente.
A los lados de la calle, un centenar de periodistas y fotógrafos esperaban y retrataban al futbolista brasileño. A esa altura, el delantero mandó un gesto cariñoso, elevando el pulgar, a la veintena de aficionados que le apoyaban. Entre ellos, varios curiosos y un hombre con una pancarta que decía: «Aquí, hasta en el fútbol, ganan los más corruptos» . Cuando el jugador entró al tribunal, cuyo acceso estaba custodiado por varios policías, la tranquilidad sucedió a la tensa expectación.
Neymar no distinguió a Santi, un seguidor del Barça de doce años ubicado en los espacios vallados para los periodistas. Nacido en Miami, Santi sostenía una pancarta que decía: «Hola Neymar, yo soy tu amigo» . Aunque también le gusta el Real Madrid, Santi es del Barça y la cualidad de Neymar que más le gusta es «su toque» con el balón. «He venido a apoyarle», comentó a ABC, vestido con una camiseta azulgrana con su propio nombre.
Una hora y media más tarde , cuando ya caía la noche después del interrogatorio, el número de seguidores del jugador a las puertas de la Audiencia Nacional era mucho mayor. Neymar lo tuvo en cuenta y se paró a firmar autógrafos hasta tres veces en el camino a la furgoneta, que le esperaba en el mismo punto al que llegó. Entre las afortunadas por la atención del futbolista estaba Isabelli, envuelta en una bandera de su país, y dos amigas, tres brasileñas de 16 años que estudian en Madrid. En los alrededores del tribunal apareció hasta Zidane, que pasaba por allí con su coche . El técnico del Madrid es protagonista de la exposición «ZZ, Zidane con todas sus letras» en el Instituto Francés, que se encuentra en las cercanías de la sede judicial.
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