Fútbol

Emocionado adiós de Italia a Paolo Rossi

Sus compañeros del 82 llevaron llevaron a hombros el féretro a la catedral de Vicenza: «Gracias a él ganamos el Mundial»

Ángel Gómez Fuentes

Con gran emoción, Italia ha despedido este sábado a Paolo Rossi , el símbolo del equipo que ganó el Mundial de España en 1982, gracias a sus 6 goles en la fase final. Los funerales se celebraron en la catedral de Vicenza, ciudad a la que se sentía especialmente ligado Rossi, porque allí comenzó a brillar como goleador. Especialmente emotiva fue la llegada del féretro al templo, entre aplausos, a hombros de algunos de sus compañeros de aquella selección que entusiasmó al país: Tardelli, Cabrini, Antognini, Altobelli, Collovati, Bergomi... algunos al borde de las lágrimas. Eran amigos, más que compañeros de selección. Acompañaron a la esposa de Rossi y sus dos hijas de 11 y 8 años, y al hijo de su primer matrimonio, Alessandro, de 38. «Gracias a él ganamos el Mundial», han dicho Fulvio Collovati y Beppe Bergomi. Un reconocimiento que le ha dedicado también Roberto Baggio, presente en el funeral, entre otros muchos futbolistas: «Rossi regaló el Mundial a los italianos, cosa que yo no logré», ha dicho Baggio . Paolo Rossi, conocido desde entonces como Pablito por todo el mundo, y aquellos campeones que nunca habían jugado juntos en un club, lograron formar un grupo unido por su amistad que les llevó a la victoria. Esa amistad la siguen manteniendo, en comunicación constante con la formación de un grupo en WhatsApp. «No solo he perdido a un compañero de equipo, sino también a un amigo y un hermano», dijo Cabrini.

Maldini: «Era mi héroe»

Otra estrella de la selección en años posteriores, Paolo Maldini , presente también en el funeral, ha reconocido: «Rossi era mi héroe». Lo fue también para todos los italianos, que hoy le han dicho adiós con agradecimiento, no solo por haber dado un Mundial a Italia, sino también por su lección de vida. «Paolo vivió su enfermedad con la gracia y la discreción de siempre. Su grandeza fue ser campeón, pero nunca personaje», dijo el sacerdote en el funeral. En efecto, de Paolo Rossi todos han destacado siempre su bondad, sencillez y humildad. Fue generoso también al participar en obras sociales, siempre dispuesto con una sonrisa a echar una mano a cualquiera. Así se mostró en su vida cotidiana y como comentarista deportivo en Sky, Mediaset y la RAI, tarea en la que nunca empleó una palabra de más.

F ederica Capelleti , su segunda esposa, se ha visto inundada de mensajes de afecto de todo el país: «En los últimos días hemos recibido increíbles y conmovedoras expresiones de admiración y cariño. A Paolo le gustaba estar y hablar con la gente, era de todos y es justo que se le recuerde por su grandeza«, ha dicho su mujer Capelleti, quien con la ayuda de algunos compañeros de Rossi continuará con la escuela de fútbol que había abierto para niños.

Su primera esposa, Simonetta Rizzatto, ha hablado también con emoción de los años que compartió con Paolo Rossi: «Vivimos un amor de fábula, ese sentimiento puro que solo se puede experimentar de joven. Tenemos un hijo que nos ha seguido uniendo. Paolo era una persona tan dulce que no tenía sentido excluirlo de mi vida. Me volví a casar y él también conoció a Federica, una mujer maravillosa que estuvo a su lado de una manera extraordinaria en este período doloroso. Incluso después de la separación, siempre sentí que era parte de mi familia. Lo vi por última vez el día antes de su muerte. Fui a verlo al hospital de Siena y nos despedimos», ha declara la exmujer de Rossi al Corriere.

El contraste con Maradona

El mundo del deporte italiano se siente hoy en la obligación de recordarlo. Para ello, ya se ha lanzado la idea de dedicar el título de máximo goleador de la Serie A a Paolo Rossi. En días pasados se ha hablado mucho de Maradona como un héroe y personaje mítico. Rossi es también una leyenda. Pero entre ambos hay una sustancial diferencia. Maradona fue un gigante en los estadios, pero a menudo con pies de barro en su vida cotidiana, amado y odiado. A Rossi ni siquiera lo odiaron los brasileños, que lloraron tras ser eliminados en el Mundial por los tres goles de Pablito Rossi. Aunque un taxista brasileño que lo reconoció, le hizo bajarse del coche, según contó el jugador. «En la trayectoria de Rossi –ha dicho el exprimer ministro Matteo Renzi- no está solo el fútbol, sino también una gran lección de vida para todos».

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