Liga BBVA

Una trituradora de entrenadores

La Liga es campeona de Europa en mudanza de banquillos. En la mayoría de los casos, no sirve para mejorar e incluso resulta contraproducente

Rafa Benítez, exentrenador del Real Madrid EFE

Rubén Cañizares

Como cada temporada, mediados de enero marca el inicio de la cuesta abajo de la Liga y en esta ocasión lo hace con el Atlético como sorprendente y merecido campeón de invierno; con el Villarreal en puestos de Champions destronando de momento a Sevilla y Valencia, los favoritos para lograr esa cuarta plaza que conduce a la élite continental; y con el Levante, Rayo y Sporting como equipos que a día de hoy bajarían a Segunda. Pero, sobre todo, una campaña más, nuestro campeonato llega al ecuador como líder indiscutible de entrenadores destituidos (siete) entre las grandes Ligas de Europa, y con serias opciones de que en las próximas jornadas pueda ir a más. «El gran problema es a la velocidad a la que se quieren conseguir los objetivos. La palabra proyecto no existe en el fútbol aunque a la hora de presentar a un entrenador, tanto a los directores deportivos como a los presidentes se les llene la boca hablando de eso, de proyecto. Todo se quiere conseguir muy rápido y el fútbol requiere tiempo y paciencia . Es fundamental conocer la idiosincrasia de los clubes y la idiosincrasia de los entrenadores que se contratan, y una vez hecha la apuesta por un técnico hay que darle un margen de confianza», detalla a ABC Joaquín Caparrós, el entrenador español con más partidos a sus espaldas tras Víctor Fernández.

Si miramos con detenimiento cómo ha sido el primer acto en las cinco grandes ligas de Europa, la nuestra ha despedido al 35 por ciento de sus entrenadores (siete de veinte) dato que contrasta con la Premier League, la Serie A y la Ligue 1, que han prescindido del 25 por ciento de sus técnicos (cinco de veinte) y con la Bundesliga, que solo ha renovado cuatro de sus dieciocho banquillos: «Llevo treinta años entrenando y tengo muy claro que el único proyecto que existe en los clubes es ganar el domingo. Y cuando logras ganar el domingo, el proyecto es volver a ganar el siguiente domingo, y si no, ya sabes... Mantenerse y tener estabilidad es cada vez más complicado», reflexiona a este periódico Lucas Alcaraz, extécnico del Levante, uno de los siete banquillos de Primera que han movido su silla en esta primera vuelta del campeonato.

Sin recompensa

Hubo un tiempo en el que el cambio de entrenador era un poder notarial que aseguraba réditos inmediatos. Por eso aquello de «a entrenador nuevo, victoria segura» . Pero el fútbol del siglo XXI, meticuloso y perfeccionista como nunca antes, tiende a premiar a las ideas fijas antes que los continuos cambios de rumbo, muchos de ellos provocados por la desidia de las plantillas: «Aquellos clubes donde predominan las directrices que toman sus responsables deportivos son los están marcando una época. Mientras que los clubes donde mandan los volantazos, ni cumplen objetivos ni hacen historia», explica Caparrós.

El análisis del técnico utrerano es fiel reflejo de la realidad. De los siete clubes que han cambiado de entrenador, solo Las Palmas ha logrado mejorar sus resultados , con su consecuente ascenso en la clasificación. El resto se ha mantenido igual o ha empeorado, como es el caso del Valencia, donde Neville tampoco convence.

Está por ver el efecto que produce en el Real Madrid y en el Betis el cambio de entrenador. Las primeras sensaciones con Zidane , tras su debut ante el Deportivo, son bastante mejores que con Benítez, pero al galo habrá que medirle con rivales de igual categoría. Y en el club verdiblanco, con Merino de técnico interino, aún se debate quién heredará la butaca de Pepe Mel que, a pesar de tener al equipo cinco puntos por encima del descenso, sale por segunda vez de su amado Betis por la puerta de atrás: «El fútbol genera opiniones exageradas y la forma más fácil de suavizarlas es romper la pata más débil. Echar al entrenador es una solución que pocas veces tiene efectos positivos y, simplemente, la decisión se toma para contentar al entorno, los jugadores, la prensa y la afición», argumenta Alcaraz.

Pero la trituradora de entrenadores «made in» la Liga no entiende a razones ni sentimientos , y en las próximas jornadas, la ya importante cifra de siete entrenadores despedidos puede engordar si Paco Jémez, en el Rayo Vallecano, y Abelardo, en el Sporting, no cortan cuanto antes la mala racha en la que andan inmersos sus equipos.

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