Fútbol - Supercopa de España

El trampolín de la Supercopa

Barça y Athletic, tras un inicio de curso irregular, aspiran hoy a un título balsámico

Messi observa las indicaciones de Jordi Alba durante el entrenamiento de este sábado EFE

Sergi Font

Barcelona y Athletic disputan esta noche la final de la Supercopa. Dos contrincantes que hace unas pocas semanas estaban desahuciados y a los que el 2021 les ha revitalizado . El trofeo supondría un trampolín definitivo para culés y leones, que pueden levantar el primer título de la temporada y, sobre todo, devolver la moral y la ilusión a una grada apática con sus respectivas trayectorias. El Barcelona puede confirmar una mejora que les permite, en un ejercicio de fe, volver a soñar con la Liga y el Athletic consolidar el ascendente de Marcelino, que en apenas dos semanas en el banquillo de San Mamés ha resucitado a una plantilla que mostraba evidentes síntomas de fatiga mental en los últimos meses de la etapa de Garitano, con el que transitaban por la Liga a seis puntos del descenso y solo seis triunfos. Raúl García ha recuperado su incidencia en el juego (dos goles y una asistencia), Dani García se ha despojado del corsé, Williams está más cómodo y Vencedor prosigue con su evolución. Estímulos que el Athletic confía en exprimir para alzar mañana su tercera Supercopa.

Considerado como un título menor y un estorbo en épocas de prosperidad, la Supercopa adquiere esta temporada un valor mucho más elevado para el Barcelona, que llega después de un año en blanco y tras jugar su última final hace 20 meses, precisamente ante el Valencia de Marcelino. En aquella ocasión, los azulgranas perdieron la Copa del Rey (2-1) e iniciaron una larga travesía por el desierto que se llevó dos entrenadores por delante (Valverde y Setién). Hoy esperan quitarse la espinita.

«Ganar esta final es el camino. Venimos de una dinámica muy buena, sintiéndonos mejor colectivamente. Sería un paso importante y seguro que este equipo puede ir creciendo», asegura Busquets. Una idea compartida por Koeman. «Es importante porque es una final y un título. Para demostrar que estamos en el camino es importante ganar cosas. Sabemos que no es el título más importante por jugar, pero es un título», admite el entrenador del Barcelona, que insiste: « Ganar cosas conviene para decir que estás en el buen camino . Un partido no es tan decisivo, pero te da confianza y te ayuda a demostrar que has mejorado. Podemos demostrar que luchamos. Estamos muy metidos. El contrario estará a tope».

El técnico holandés buscará su primer título con el Barcelona con la duda de Leo Messi, que hoy decidirá si fuerza su participación . El argentino, que solo se ha perdido por lesión una de todas las finales que ha disputado el equipo azulgrana desde que está en el primer equipo, sigue con molestias musculares en la parte posterior de su muslo izquierdo pero quiere estar sobre el terreno de juego.

El sueño de Marcelino

Menos dudas tiene Marcelino, que podría apostar por el mismo once con el que eliminó al Real Madrid . El entrenador asturiano sueña con ganar su segundo torneo tras la Copa del Rey conquistada con el Valencia hace dos años. «Sería maravilloso ganar este título y además ganarlo venciendo al Real Madrid y al Barcelona , Este resultado va a servir para aumentar la confianza y autoestima de los jugadores».

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