España-Ucrania
Thiago da un paso al frente en la selección
Luis Enrique le confía la condición de líder tras su explosivo final de curso en el Bayern
Su discurso afilado y sin tapujos es marca de la casa. Difícil encontrar a un futbolista tan tajante en sus afirmaciones. Thiago Alcántara (San Pietro Vernotico, Italia, 1991) resulta igual de ágil repartiendo juego que con la palabra. Su regreso tras el parón por el coronavirus ha sido escandaloso, un despliegue colosal de juego y poderío físico coronado con la victoria del Bayern en la final de la Champions , la segunda en su palmarés tras la conquistada en 2011 con el Barça. Ahora, parece dispuesto a iniciar un nuevo periplo profesional (suena con fuerza el Liverpool) mientras asume galones en la selección, tal vez el único escenario en el que aún no ha sido capaz de echar la puerta abajo. «Ha sido una temporada maravillosa en la que hemos ganado todos los títulos posibles», aseguró ayer repasando este complicado curso en el que ha aprendido a vivir como pivote. «Pero siempre hay margen para mejorar y todos los años intento aprender». Por eso, Thiago está convencido de que sus mejores momentos con España también están por llegar: «Siempre digo que el momento mejor es el actual y por eso creo que el año que viene será mejor».
Thiago debutó en la selección en agosto de 2011, en un amistoso ante Italia disputado en Bari. Acababa de cumplir 20 años y entraba en la rueda de la selección como recambio de los entonces insustituibles Xavi, Iniesta y compañía, líderes del centro del campo en aquel ciclo triunfal. Era la mejor garantía de continuidad para el estilo. Pero esa barrera natural que formaban sus compañeros de club, más las lesiones, evitaron que tuviera continuidad en el equipo nacional. También huyó del Barça para acompañar a Guardiola al Bayern.
No fue hasta 2015, cuatro años después de su estreno, cuando encadenó dos convocatorias seguidas con España. Mientras tanto, seguía dejando su impronta en las categorías inferiores, como en aquel triplete, también a Italia , en la final del Europeo sub 21 de 2013. «Qué pereza recordar esos tiempos», se sonreía ayer.
Un año decisivo
Ahora, cerca de los treinta, debe dar el pase decisivo. A su virtuosismo con el balón suma ahora una agresividad y dedicación defensiva que le convierten en un centrocampista todoterreno. «Siempre ha sido muy maduro y ahora es un líder», cuenta Luis Enrique sobre él. «Tiene una calidad fuera de duda tanto con el balón como sin él. Roba muchos balones y su juego es impresionante. Es la misma versión de Thiago pero mejorada debido a la experiencia». El asturiano lo conoce bien, pues le hizo debutar en el Barça B con solo 17 años.
Poco amigo de las entrevistas, y especialmente de posar para los fotógrafos cuando no le queda más remedio que dar una, Thiago ha alcanzado también la estabilidad familiar. En enero nació Siena, su segunda hija, tras convertirse en padre por primera vez en 2017, cuando llegó al mundo el pequeño Gabriel. Lleva peor las críticas a sus compañeros que las propias. Y, por encima de todo, sigue amando como el primer día al fútbol, el deporte que conoció en la cuna y al que suele diseccionar incluso más allá de lo que ocurre sobre el terreno de juego.