Fútbol

Tebas y Rubiales, elecciones a la vista para perpetuar la guerra

La Liga profesional convoca elecciones para negociar competencias y derechos de televisión. Rubiales lo hará en 2020 con el mismo fin: aumentar su poder

Tomás González-Martín

El fútbol español sobrevive a la guerra de poder permanente con una entereza encomiable. Luis Rubiales y Javier Tebas sostienen una lucha sangrienta por su primacía, por las competencias, que perjudica a los clubes y a nuestro balompié en general. Hay demandas interpuestas en una situación irreconciliable que el Consejo Superior de Deportes no puede revertir, porque el antagonismo personal es tan grande que es imposible. Los dos piensan pelear por sus posiciones hasta el final en una batalla que solo acabará cuando alguno de los dos se vaya. Pero no tienen previsto irse.

Luis Rubiales desea dirigirlo todo: pretende que la Federación recupere la potestad total en fechas y horarios de la Liga. Quiere tener todo el poder del fútbol español

Javier Tebas dimitió en la gala del Balón de Oro para convocar elecciones y presentarse a la reelección con el fin de gobernar la Liga durante otros cuatro años en los que la patronal debe negociar los derechos audiovisuales y defender competencias, a escala europea y española, ante posibles leyes que se vayan a aprobar en Bruselas y en Madrid. Rubiales se presentará a la reelección tras los Juegos Olímpicos de Tokyo, con el fin de obtener nuevas competencias para la Federación. Es la guerra de los cien años.

Reelegido este mes

El presidente de la Liga es quien ha abierto la carrera. Dimite y no espera que nadie se presente a competir con él por el cargo. Hace tres años obtuvo 32 de los 42 votos de los clubes de Primera y Segunda. El nuevo proceso de comicios internos se abre hoy, con la formación de la comisión electoral, que dará un plazo de dos semanas para que los candidatos presenten los once avales necesarios que otorgan la aspiración oficial a la presidencia. Se augura que solo los presentará Tebas, que puede ser reelegido este mes.

Javier Tebas quiere que la competición liguera sea prerrogativa de la Liga. Fechas, horas y dónde se juega (Miami). Es clave para obtener más dinero de televisión

El dirigente quiere tener cuatro años por delante porque los operadores internacionales de televisión exigen una presidencia consolidada para exponer su dinero. Tebas ha conseguido que la Liga pase de cobrar 600 millones de derechos audiovisuales a percibir 2.200. Entre marzo y junio de 2021 deberá negociar los derechos de transmisiones nacionales del trienio 2022-2025.

El presidente de la Liga también necesita cuatro años, el máximo tiempo posible, para defender a los clubes ante nuevas leyes que se planteen en el parlamento español o en el europeo, con nuevas directivas que pueden afectar a los derechos televisivos, a las competencias de la Liga o a los impuestos.

Rubiales desea percibir más dinero de los derechos audiovisuales de la Liga, firmar un convenio con muchos más ingresos

La Liga y la Federación mantienen a escala nacional un combate de poder por las competencias. La patronal pide la autonomía de gestión de los horarios, las fechas y las sedes de los partidos. La Federación quiere obtener esas competencias. Los litigios están en los juzgados.

A escala continental, la LFP se opone a la propuesta de la liga europea y a la reforma de las competiciones. Tebas tiene la oposición de Barcelona y Real Madrid, clubes que han visto congelados sus ingresos televisivos.

Tebas pide que FEF y Liga se traten de tú a tú. Pretende que la patronal de los clubes tenga autonomía de gestión y no depender del «sí» de la FEF, ni de un convenio colectivo que hace comenzar todo de cero

Rubiales desea quitar atribuciones a la Liga y espera una nueva Ley del Deporte para recuperar poderes en la FEF. Su buena relación con el Gobierno socialista ha sido una realidad y quiere jugar esa carta si Sánchez es elegido presidente. Rubiales necesitará también otros cuatro años. Convocará elecciones en septiembre de 2020. Tampoco espera oposición, tras encabezar el cambio tras la caída de Villar.

Rubiales tiene muchas frentes abiertos, además de su obsesión con Tebas: el fútbol femenino está en huelga, el fútbol sala es un volcán encendido sin apagar y el enfrentamiento con la AFE de Aganzo es un batalla que hace daño y no le interesa

Es difícil que alguien se presente a competir con él porque controla las Federaciones Territoriales, es quien les concede el dinero, y en ellas siguen los mismos hombres que le votaron hace año y medio.

Un dominio que no evita que el presidente tenga muchos frentes abiertos en su casa. El fútbol femenino está en huelga. El fútbol sala es otro volcán sin solucionar. Y el enfrentamiento con la AFE de Aganzo es una guerra que no le interesa mantener. Demasiados boquetes en diecinueve meses.

Tebas conoce las intenciones de su opositor y quiere ser un presidente consolidado para dialogar con todos los actores implicados. Luis Rubiales habla con esos interlocutores para aumentar su parcela. Cuestión de poder.

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