Fútbol
Suárez, el viejo sueño de Simeone
Tras lograr la carta de libertad del Barça, la llegada del uruguayo al Atlético solo depende de la salida de Morata
Diego Pablo Simeone está a punto de cumplir un viejo sueño. «Luis Suárez es un jugador extraordinario», aseguraba en mayo de 2013 cuando el uruguayo aún militaba en el Liverpool y se especulaba que podía recalar ese próximo verano en el Atlético de Madrid . Han pasado siete años y la admiración que el técnico siente por el charrúa se mantiene intacta. Tanto, que vio el cielo abierto cuando Ronald Koeman le incapacitó para formar parte de su proyecto . Levantó el teléfono y le contó su sueño a Miguel Ángel Gil Marín. Desde la planta noble del Atlético de Madrid solo le pusieron una condición: la masa salarial. Si quería a Luis Suárez debía convencerle para que cobrara lo mismo que Diego Costa o Morata (en torno a los nueve millones netos por temporada) y conseguir que uno de los dos delanteros aceptara una salida.
Noticias relacionadas
Es la nueva normalidad del fútbol actual tras la pandemia por el Covid-19. La ingeniería financiera que antaño servía para eludir impuestos o cerrar operaciones faraónicas sirve en tiempos modernos para lograr traspasos a coste cero , sirviéndose de cesiones o de trueques que no graven la tesorería de unas entidades que han sufrido un sustancial retroceso en sus ingresos.
Problemas burocráticos
Se puso manos a la obra Simeone para tratar de convencer a Luis Suárez, que tenía una oferta en firme de la Juventus. El club italiano veía al uruguayo como el futbolista ideal para reforzar su ataque, aunque topaba con una traba importante. El pasaporte comunitario del que el delantero se beneficiaba en España gracias a su esposa, Sofía Balbi, no tenía validez en Italia. Se examinó la pasada semana en Perugia y aseguró su examinador que no habría problema para que obtuviera la doble nacionalidad pero la lentitud en los trámites burocráticos impedirían que pudiera iniciar la Serie A , lo que se aviene como un contratiempo más que dificulta su llegada a Turín.
Todos los astros se alineaban para que Suárez estudiara seriamente la posibilidad de jugar en el Atlético de Madrid, con un técnico que le asegura la titularidad y en una liga que conoce perfectamente. Además, a un puente aéreo de distancia, la estabilidad familiar no se resentía. Solo restaba cerrar la vinculación con el Barcelona. Dolido por el trato dado (Koeman le comunicó por teléfono que nocontaba con él en una conversación que apenas duró un minuto) tras seis años en los que se convirtió en el tercer goleador de la historia del club, Suárez decidió no perdonar ni un euro al club azulgrana . Le quedaba un año de contrato (30 millones brutos) más otro opcional. Cerrado en banda, solo el interés de Simeone ha permitido desencallar una situación que incluso Koeman vio complicada.
La operación a tres bandas permite un beneficio a Suárez, al Atlético y al Barcelona. El club azulgrana acepta concederle la carta de libertad y pagarle la diferencia con respecto a la ficha que le ofrece el Atlético de Madrid, en torno a los nueve millones. Es tan grave la situación económica del Barcelona que está dispuesto a regalar a Suárez y pagar parte de su ficha. Todo por aligerar su elevadísima masa salarial. Suárez se asegura alargar dos temporadas su carrera profesional (tiene 33 años) y quedar libre en 2022 con la posibilidad de un último contrato en una liga menor pero con potencial económico, como la estadounidense, la china o la qatarí.
En manos de Morata
Ahora todo depende de Álvaro Morata, objetivo prioritario de la Juventus y sin puesto en el once titular de Simeone, dispuesto a todo para poder tener a sus órdenes a Luis Suárez. Además, el delantero madrileño financiará la llegada de Suárez, ya que la Juventus está dispuesta a pagar diez millones por su cesión . El delantero del Atlético ha pedido marcharse y jugar en Turín es una opción que le gusta, ya que vistió la camiseta «bianconera» durante dos temporadas y Andrea Pirlo ve con muy buenos ojos su retorno. Morata nunca aceptó la pérdida de la titularidad la pasada temporada pese a haber sido el máximo goleador del equipo.
Tras confirmar la cesión de Wagué al PAOK de Salónica (el club griego se hará cargo de la ficha) para esta temporada, el Barcelona aspira ahora a cerrar el traspaso de Semedo al Wolverhampton por unos 32 millones de euros, más variables. También está pendiente de la salida de Arturo Vidal al Inter , por la que percibiría un traspaso simbólico pero e permitiría ahorrarse los 10,5 millones netos por temporada que percibe el chileno.