Sporting Huelva, el equipo más familiar

Al hablar del Fundación Cajasol Sporting de Huelva hay que poner la vista en Manuela Romero , su presidenta desde 2013, y en Antonio Toledo , el eterno entrenador. Ellos son el alma de un equipo al que daban vida en 2004 y que este jueves arrancaba un empate en Albacete (3-3). Más de una década trabajando hombro con hombro en un proyecto ilusionante a pesar de las limitaciones que marca un presupuesto ajustado. Una entidad humilde y cercana, tan familiar con esta pareja, matrimonio desde hace tres años . Un caso extraño en el fútbol español, pero no el primero. Ahora en Segunda B, Isabel Tarragó y Oriol Alsina vivieron un idilio idéntico en el Llagostera.

Con su emapte ante la Fundación Albacete , el Sporting de Huelva encadenó su quinta jornada consecutiva sin conocer la derrota. Un impulso para un equipo que, sin grandes recursos, aparece esta temporada en la zona tranquila de la clasificación. Un club que ascendía a la máxima categoría en 2006 y que, año tras año, logra mantenerse entre los más grandes del fútbol femenino español.

Antonio Toledo es el principal artífice de este éxito, todo un referente en la máxima categoría porque es el entrenador que más años lleva en ella. Ahora dirige sobre el césped una entidad que fundaba en 1979 como club de fútbol base masculino y que, en 2004, después de 16 años inactivo, se reinventó para funcionar como equipo femenino. Un proyecto en el que contó con Manuela Romero, a la que dirigió como jugadora en el histórico CFF Estudiantes.

Ambos abandonaron el Estudiantes en 2004 para gestar el nacimiento del Sporting Huelva . Un equipo que arrancó en la Liga Provincial y que en solo dos años celebró el ascenso a la élite, de la que no se ha bajado nunca. Es el conjunto que más kilómetros recorre cada temporada en autobús , su medio de transporte excepto en los desplazamientos a Baleares o Canarias. La limitaciones del presupuesto mandan, pero la ilusión puede con todo. Manuela es el mejor ejemplo. Ha sido jugadora, secretaria, delegada y, desde 2013, presidenta. El fútbol nunca falta en su vida. Su complicidad con Antonio es absoluta dentro y fuera de los terrenos porque se casaron hace tres años. Son una especie de segundos padres para las jugadoras.

A la presidenta le gusta conocer a sus futbolistas, viajar con ellas y compartir minutos de charla en alguno de los interminables viajes que toca afrontar cada curso . En ellos siempre reina el buen ambiente. El último comenzó este miércoles de madrugada.

Tras hacer noche en Albacete, el Sporting Huelva afrontó este jueves su partido ante la Fundación Albacete.El empate hizo mucho más ameno el desplazamiento de vuelta. «Unas aprovechamos para estudiar, otras para ver películas, escuchar música...», explica Irene Rodríguez a ABC desde el autobús. El domingo espera otro desplazamiento aunque menos kilómetros porque, parece cerrar el año, visitará al Santa Teresa de Badajoz .