Fútbol

Los socavones que sonrojan a la Liga

La hierba de Valladolid, el cambio de horarios y el estado de algún campo agitan el debate ahora que se mira a EE.UU.

Moyano y Coutinho perjudicados por el césped de Valladolid AFP

Sergi Font

Si Antonio Machado levantara la cabeza no dudaría en calificar la Liga como una competición de charanga y pandereta . Más preocupados por generar ingresos y externalizar el torneo a mercados americanos y asiáticos, la patronal vive ajena a una serie de incidentes que provocan sonrojo y vergüenza ajena . El mediático incidente del césped de Pucela es la punta de un iceberg de una Liga volcada en la falta de seriedad, envuelta en una apariencia que incluso ha provocado la reacción de Javier Tebas .

«El estado del césped del José Zorrilla no reunía las condiciones mínimas exigidas para una competición como la Liga . Evidentemente se procede a abrir el expediente disciplinario correspondiente para depurar las responsabilidades», anunciaba el presidente poco después de las quejas de Valverde, Piqué, Busquets y compañía , aún con la sensación de haber disputado un partido de fútbol playa en Valladolid y de haber salido con los tobillos y rodillas indemnes a pesar de los denunciados socavones .

El césped de Zorrilla es el último capítulo de una historia interminable que evidencia el mal estado de una serie de estadios de Primera división. Obras inacabadas, seguridad deficiente u horarios indefinidos impiden que la Liga pueda colgarse el apelativo de «la mejor del mundo». Es habitual que muchos equipos aprovechen el parón estival para remodelar sus instalaciones, lo que no lo es tanto es que la competición dé inicio con éstas en marcha. Sin ir más lejos, la semana pasada pudo vivirse una tragedia en Vallecas cuando un niño de cuatro años se precipitó al vacío al ceder una barandilla a causa de unas obras inacabadas. Javier Orcaray, director general de Juventud y Deporte de la Comunidad de Madrid, se dispuso a tomar medidas para impedir una nueva desgracia pero para ello hizo falta que César, el niño del incidente, flirteara con ella.

Estadios vetustos y poco adecuados restan brillo a la Liga de las Estrellas, en muchas ocasiones por la dejadez en la actualización de sus instalaciones. Pudo comprobarse en febrero, cuando un temporal en Galicia puso en serio peligro la integridad de los espectadores. Tuvo que aplazarse el Deportivo-Betis por el desprendimiento de una cubierta en Riazor , y el Celta-Real Madrid, por unas planchas que el viento arrancó. En Balaídos , al igual que sucedió en Valladolid con el Barcelona , la implicación del Real Madrid multiplicó exponencialmente la mala imagen mostrada.

Una seguridad deficiente

Más allá de los incidentes acontecidos en los aledaños de los estadios, evidentes deficiencias de seguridad han provocado graves problemas como el acontecido en 2015 en el Vicente Calderón , en el que un niño fue alcanzado por una bengala lanzada por aficiones del Benfica, o en el Camp Nou en 2010, cuando una bengala encendida por seguidores del Inter de Milan, le destrozó el pie a una vigilante. Cierto que eran partidos de Champions pero los accesos son controlados por el club local .

Y como mal endémico de un campeonato que pretende ser referencia mundial asoma la problemática con los horarios , que intenta competir con la Premier en el mercado asiático, y el aplazamiento de partidos, mas preocupado por captar televidentes extranjeros que por cuidar a las genuinas aficiones de cada equipo.

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