Fútbol
Lo que dio de sí el último día de fichajes
El ajetreo de las últimas horas de traspasos dejó movimientos interesantes, tanto en España, como en el fútbol internacional
Las prisas no suelen ser buenas consejeras. A menudo, llegan después de un periodo de tiempo en el que se debería haber cumplido un propósito. Por motivos diversos —llámense procrastinación, pereza o modorra causada por el fatigoso calor de estas fechas veraniegas—, este objetivo no se ve completado una vez consumido el tiempo que había para hacerlo. Es entonces cuando llegan los sudores, las pérdidas que tan dramáticas son cuando se producen no solo de manera inesperada, sino sin motivo a réplica, y aquellos faxes que nunca llegaron .
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El último día del mercado de fichajes deja cada año movimientos significativos, que redefinen la posición de muchos de los clubes que los protagonizan. Tanto los que pierden, como los que ganan. Ocurrió con los fichajes de Ronaldo Nazario o Sergio Ramos por el Real Madrid. También con el Manchester United, que en los últimos años fichó sobre la bocina a futbolistas a precios desorbitados: Rooney firmó por los «red devils» en 2004 por 37 millones y medio de euros (recordemos, 2004), Fellaini llegó en 2013 por más de 30 millones de euros, y Martial en 2015 por una cantidad que podría alcanzar los 80.
En España
El 31 de agosto de 2016 dejó también movimientos más que dignos de reseñar. En España, para empezar por lo más cercano, el día comenzó con la llegada de un jugador que ya parecía haber dejado a un lado sus días de gloria, Samir Nasri , que llegó cedido al Sevilla. El Granada prolongó el cúmulo de movimientos insospechados y firmó a Omer Atzili del Beitar Jerusalen, al extremo marroquí Carcela del Benfica, al lateral Tabanou del Swansea, y a Rubén Vezo del Valencia (estos dos últimos cedidos). El reencuentro de Alberto Bueno con Paco Jémez resta el tono absolutista de exotismo que revestía las operaciones del club nazarí.
El mexicano Diego Reyes recaló en el Español de Quique Sánchez Flores, y no fue el único, pues horas después el club perico anunció la llegada de Diego López para suplir a Pau López, que se marchó cedido al Tottenham. Álvaro Vázquez, que seguía en el Getafe tras descender la pasada campaña, pasó reconocimiento médico con el Deportivo, pero el fichaje se truncó a última hora por intrusión del Español. Al Dépor, finalmente, llegó Joselu cedido del Stoke. Osasuna, que el día anterior ya había apurado incorporando a Riviere, anunció ayer a Digard (que dejó su puesto en el Betis a Donk) y a Javi Álamo. Tampoco era ni mucho menos esperada la llegada del meta Bokyo al Málaga, a préstamo por el Besiktas. Al Leganés llegó Robert Ibáñez . El Real Madrid, fiel agitador del tradicional guateque de traspasos estival, mantuvo su letargo y contempló únicamente la salida de Álvaro Arbeloa al West Ham. Tras el fiasco que supuso la probatura de N'Diaye como central, el Villareal firmó a Álvaro González . Por último, el Valencia, que debía recomponer su mermada plantilla en un puñado de horas, incorporó a Mangala y Garay para apuntalar su defensa.
En Inglaterra
Fuera de nuestras fronteras el mercado estuvo también de lo más agitado. Especialmente voluptuoso fue en Inglaterra, donde los clubes siguen jugando en un mundo a parte en lo que a poderío económico se refiere, merced a lo prolífico de sus contratos televisivos. Solo así se entiende que el Aston Villa, equipo de Championship (Segunda), haya gastado sesenta y dos millones de euros durante el verano.
Cuarenta se dejó el Chelsea en traer de vuelta a David Luiz de París. Cinco más de lo que pagó el campeón de la Premier al Sporting de Portugal por el delantero argelino Slimani. Jack Wilshere, jugador que militó en el Arsenal desde las categorías inferiores, decidió cambiar de aires en busca de los minutos que no tiene en el Emirates y se fue al Bournemouth. El carismático Robson-Kanu , que protagonizó auténticas heroicidades con Gales durante la pasada Eurocopa, selló un contrato de dos temporadas con el West Brom. Otro que también destacó en la Euro y que cambió de aires a última ahora es Sissoko, el todoterreno de Francia. Se fue al Tottenham, con un contrato por cinco años.
Los veintisiete millones que pagó el Chelsea a la Fiorentina por Marcos Alonso, la cesión de Bony del City al Stoke (que también firmó a Martins Indi), los 16 millones que pagó el Sunderland por el pivote gabonés del Lorient Didier Ndong , los 11 que invirtió el Tottenham en Nkoudou (que implicó la salida de N'Jie como cedido al Marsella), o los 10 que se dejó el Burnley en el internacional norirlandés Jeff Hendrick , completan los principales movimientos en la Premier League.
En el resto de ligas
En Italia, Juan Guillermo Cuadrado regresó a la Juventus de Turín para terminar de conformar la que, salvo sorpresa, será la plantilla que levante el Scudetto en junio. El español Luis Alberto , que brilló en el Dépor la pasada temporada, cambió Liverpool por Roma y fichó por la Lazio. El chileno Matias Fernández dejó la Fiore y se incorporó al Milan. Más movimiento hubo en Alemania. Allí llegó la promesa germana Gnabry , traspasado por seis millones de euros desde el Arsenal. Papadopoulos cambió el Leverkusen por el RB Leipzig, y Wollscheid hizo lo propio al irse del Stoke para recalar en el Wolfsburgo.
El ajetreo del último día se completó con movimientos variopintos como el regreso a Europa del mítico Nigel de Jong , que llega al Galatasaray después de probar suerte en Los Ángeles Galaxy, o el fichaje de Balotelli por el Niza de la Ligue 1. El no fichaje de Alessandro Cerci por el Bologna fue la guinda del pastel. El italiano no superó el reconocimiento médico y será jugador a las órdenes de Simeone hasta, al menos, el mercado de invierno.