Nations League

La selección, siempre al alza

Ante la República Checa España pareció más hecha, más concentrada e incluso más densa

Suiza le hace un favor a España y vence a Portugal sin Ronaldo

Los jugadores de España celebran uno de sus goles AFP
Hughes

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No salía Gavi de inicio con España, por tanto faltaba su marcado elemento elaborativo, pero estaba Morata, Morata y su ejemplaridad, una especie de Nadal sin fortuna, y así quedaba a la vista el otro alma de la selección: la presión cuchillera, el fútbol directo, percusivo, a veces incluso trepidante cuando a los extremos se les une de interior Carlos Soler, cuya sociedad con Asensio fue quizás, y de manera puntual, lo mejor de España , lo más notable: pases largos de Koke a la zurda a contrapié de Asensio y llegada incontenible de Soler.

La zurda de Asensio pareció con España más de lo que es en el Madrid. Con España sobresale aún más, fue indiscutiblemente lo mejor, lo más técnico y vistoso y rodeada de jugadores presionantes, de mecanismos de solidaridad, de flechas verticales yendo y viniendo, su calidad parecía resaltar, como si tuviera mejor acomodo, como si pudiera ser por fin lo más importante y no una cosa más. Como esos ciclistas cuya clase necesita el relieve justo de la media montaña. Asistió y volvió al falso nueve que ya probó con Lopetegui, años ha. Luis Enrique ha podido reencontrar en él una extremidad de clase superior, un signo de distinción.

Esa fue una buena noticia en España, que pareció también más hecha, más concentrada e incluso más densa, adjetivo que usó Luis Enrique referido a la República Checa. Los días de trabajo y la mentalización mejoraron a España, devolvieron su tono competitivo, aunque el fallo defensivo haya seguido siendo una constante, como una caída de tensión que ha de producirse cada cierto tiempo. Los defensas españoles no parecen tan buenos en la salida como para compensar esas blanduras que son un rasgo más del equipo, parte de su naturaleza, el envés de lo bueno que tienen, como se vio con Unai, que alterna el paradón con algún despiste con el pie.

Es como si la defensa aun no tuviera el cuajo del resto del equipo. Si arriba el toque se mezcla bien con la bravura, en la defensa esas ‘dos almas’ no se ensamblan y hay cojera. El cemento está tierno.

Son pequeños reparos a una selección cumplidora, siempre al alza, siempre acabando mejor que empezó, y que se despide hasta septiembre líder de nuevo de la competición.

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