Selección española
Luis Enrique asume el control total de España
En su primer día como seleccionador, saludó cordialmente a Ramos, impuso un manual de convivencia y participó de manera activa en el entrenamiento
A España, al menos a esta España , se le reconoce por el nombre, por el rojo y por poco más, pues el conjunto que echó ayer a andar en Las Rozas tiene poco de aquel equipo superlativo que hace una década empezó a conquistar el planeta fútbol con unas formas estupendas. Se le puso como ejemplo de todo, pero ahora de eso queda poco, básicamente el recuerdo de aquello tan bonito, y no hay nada peor que no reconocer que una etapa se ha cerrado. Por eso, principalmente, la Federación Española de Fútbol se encomendó a Luis Enrique para que pusiera orden en la casa, que estaba patas arriba después de enlazar tres desastres consecutivos (Brasil, Francia, Rusia), y aplicase su criterio para enterrar vicios del pasado. De momento, el seleccionador ya impone su estilo, el jefe sin que nadie se atreva a discutirlo. Ni siquiera Sergio Ramos .
Desde hace un tiempo, se da por hecho que en Las Rozas manda, y mucho, el capitán del Real Madrid, que lo es también de la selección desde que Íker Casillas desapareció del día a día. Le escuchaba Vicente del Bosque con atención y estableció un vínculo muy cercano con Julen Lopetegui , al que defendió con vehemencia cuando Luis Rubiales, encendidísimo, prescindió de él por su fichaje a hurtadillas por el Madrid. El defensa y el presidente tuvieron una discusión acalorada y las relaciones, por decirlo de alguna manera, no son especialmente las mejores. Tirantez evidente.
El caso es que había cierta expectación ante la lista de Luis Enrique, pues se anunciaron sorpresas y alguno se imaginó que la revolución sería total. Hubo meneo, está claro, pero Sergio Ramos , por ahora, sigue en la selección. Queda pendiente, en todo caso, una conversación entre el técnico y el andaluz, aunque ayer se saludaron con cierta complicidad en el hotel de concentración a medida que llegaban los internacionales. Es más, Luis Enrique hasta bromeó con un toquecito por la espalda y le dio un abrazo . Había cámaras de la Federación y se difundieron las imágenes con celeridad.
Hay, pues, una calma aparente en esta nueva era, en la que Luis Enrique va a asumir todos los galones. Ya ayer impuso una serie de normas básicas de convivencia y se notó su mano en el entrenamiento vespertino, el único de la semana en abierto y que congregó a unas 400 ó 500 personas. Recién estrenado septiembre, y con el termómetro disparado, tampoco hubo un furor desmedido por ver a los internacionales.
Todo bajo control
La estrella de esta selección es Luis Enrique , que ayer se vistió de corto después de un año sabático. Cuentan desde la Federación que se ha pasado el verano trabajando como un loco, instalado en la residencia de Las Rozas y apurando horas en el despacho junto a su gente. Iba de vez en cuando a ver a su familia a Barcelona y en sus ratos libres se tiraba al monte en bicicleta, pasión reconocida y que le mantiene en una forma estupenda. Está finísimo, mucho más que cuando era jugador, mucho más que varios de los futbolistas que siguen en activo.
El nuevo manual de la selección exige trabajar pronto, nada que ver con lo que se ha visto hasta la fecha. Ya desde hoy, el equipo empezará a entrenarse a las 10 por imposición de Luis Enrique, que quiere recuperar una disciplina pérdida últimamente. En Rusia, sin ir más lejos, la selección, alterada por el caso Lopetegui, perdió la rutina, pasó a sesiones de tarde y las noches eran más largas de lo que tocaban en la residencia de Krasnodar . Otro detalle a tener en cuenta, en esta nueva vida, es que el equipo irá directo de Londres a Alicante (después del partido del sábado, siendo el de Elche el martes 11), algo que seguramente no hubiera ocurrido en la anterior etapa ya que los futbolistas, con Ramos a la cabeza, preferían pasar por Madrid.
Entre los gritos de los chiquillos, ajenos a cualquier polémica, la selección trabajó sin sobresaltos. Luis Enrique se presentó como uno más, con sus gafas de sol, y lo más llamativo es que, celoso como es de la intimidad, ha pedido colocar una lona en uno de los fondos del campo de entrenamiento para que no se pueda espiar. El técnico asturiano participó de manera activa, daba órdenes a los chicos para que ejecutaran bien los ejercicios, charló en un apartado con un grupo y compartió opiniones con sus ayudantes (tiene a 13 en su equipo). Ya tiene el control total de España y manda más que Ramos y que cualquiera.