Valdo, el incombustible del «Madrid de los Pavones», revoluciona al Peña Sport

La Peña Sport tiene su casa en el coqueto estadio San Francisco , pero el club navarro cuenta con una nutrida colonia de simpatizantes y aficionados a 450 kilómetros de Tafalla. Castellón se ha convertido en una pequeña «sucursal» de este modesto equipo desde que los aficionados albinegros descubrieran, en el último playoff de ascenso a Segunda B, la cercanía y hospitalidad de la gente que forma parte de esta entidad. Una directiva que acudió al rescate de un grupo de seguidores castellonenses que se habían quedado tirados en una cuneta por la avería de su autobús y que sorprendió con su hospitalidad. La cruel derrota en el partido que dejó a los sin ascenso a los visitantes sirvió, sin embargo, para forjar una amistad entre ambas hinchadas que tuvo como principal instigador a David Cabrero, vicepresidente y responsable de las redes sociales del equipo de la Comunidad Foral. El mismo que incendió Twitter la semana pasada al anunciar el «fichaje bomba» de un antiguo campeón de la Champions League con el Real Madrid, Valmiro Lopes Rocha, conocido en el mundo del fútbol como Valdo . Este domingo debutaba frente al Guernica.

Valdo fue uno de los primeros jugadores en felicitar y abrazar en el vestuario a Zinedine Zidane , autor de la volea que dio al Real Madrid la Champions en la final de 2002 ante el Leverkusen . El delantero criado en la cantera blanca había debutado esa temporada con la primera plantilla y formaba parte, junto a Raúl Bravo y Paco Pavón, del equipo que quedó para el recuerdo como el Madrid de los «Zidanes y los Pavones». Quince años después de aquella celebración, Valdo sigue en activo , aunque ahora mucho más alejado de las cámaras y los focos mediáticos. Su presencia, sin embargo, no pasa desapercibida y la afición de la Peña Sport bromea ahora con la llegada de un campeón de Europa a un club que el pasado curso batallaba en Tercera división .

«Para la Peña Sport es un honor poder contar con Valdo porque somos un club muy humilde y que un jugador como él, con la experiencia y el palmarés que arrastra , haya aceptado formar parte de nuestra plantilla supone todo un lujo. Algunos siguen sin creérselo», bromea David Cabrero en su conversación con ABC.

Valdo llevaba sin equipo desde junio, cuando finalizó su contrato con el Lealtad asturiano . En Tafalla no le ha faltado el cariño de la directiva desde el primer día. «Ha estado entrenándose con nosotros durante el último mes y al final ha querido quedarse en el Estadio San Francisco», explica Cabrero. Un campo donde el exmadridista, que entraba en la convocatoria y comenzaba en el banquillo, acaparaba este domingo la atención de los seguidores durante el encuentro de Liga frente al Guernica . Salía en la segunda parte ya con el marcador en contra y, aunque dejaba destellos de su calidad, no podía evitar la derrota de su nuevo equipo (0-1).

« Su fichaje ha causado sensación en Tafalla , pero también en toda Navarra porque Valdo dejó muy buen recuerdo cuando estuvo en Osasuna», asegura el vicepresidente de uno de los clubes con menor presupuesto de la categoría. «Se ha integrado muy bien en el equipo y nos va a aportar experiencia e ilusión».

Valdo se comprometió la semana pasada con el conjunto de Segunda B, una categoría que no es extraña para el jugador porque la última campaña defendió al Lealtad de Villaviciosa en esa misma división. El nuevo delantero ha llegado a Tafalla para ayudar a intentar conseguir el objetivo de la permanencia y para seguir disfrutando de lo que más le gusta: jugar al fútbol. Un deporte en el que ha conocido la cara más amable, pero también el amargor por las lesiones y la frustración de tener que pasar por el paro después de sus experiencias internacionales en México y Grecia . Con la ayuda de la AFE consiguió reengancharse a la competición y ahora es feliz en el fútbol más modesto.

Sus padres, originarios de Cabo Verde , se trasladaron a Villablino (León) para trabajar en las minas de carbón y allí nació Valdo, que ha heredado de ellos el carácter luchador que le inculcaron. Formado deportivamente en el Pozuelo de Alarcón madrileño y posteriormente en la fábrica blanca , el delantero debutó con la primera plantilla del Madrid en la temporada 2001-02 en un duelo ante el Athletic. Un curso en el que también escuchó sobre el césped la música de la Champions. Recuerdos imborrables para un futbolista que acumula 259 partidos en Primera división y que llevó a Osasuna a una final de Copa del Rey. Español, Málaga y Levante fueron sus otros equipos en la Liga. En la élite, y ahora en Segunda B, el trabajo, la confianza y la humildad acompañan una carrera a la que no quiere poner fin. En su estreno con la Peña Sport comenzó con derrota, pero la afición navarra se ha ilusionado con él.