FC Barcelona
Rosell desafía a Roures y elige candidato
El expresidente tiene ya candidato, el empresario Jordi Roche, de marcado perfil «indepe» aunque no tan sectariamente convergente como su mentor
Sandro Rosell quiere ir a la cárcel , ahora con motivo. Jaume Roures le ha ofrecido retirar la querella que le interpuso por espionaje si firma una declaración escrita reconociendo los hechos; una declaración que el empresario no tendría la intención de hacer pública sino más bien guardarla para evitar futuros incidentes. A pesar de que los familiares del expresidente del Barcelona -especialmente su padre y su esposa-, que saben lo que Rosell hizo y cómo es la Ley, le han implorado que acepte la clemencia del perjudicado, el exmandatario está tan ofuscado y crecido por haber pasado injustamente dos años de prisión preventiva, que arremete contra todo y todos los que de alguna manera cuestionan su honorabilidad, convencido que la injusticia sufrida le da una suerte de «bono» para gastarlo en el mercado de la credibilidad personal e incluso en los tribunales.
Rosell, que tiene aún cuentas pendientes con la Justicia, como la segunda parte del «Caso Neymar», no se presentará oficialmente a las próximas elecciones del Fútbol Club Barcelona, que presumiblemente se celebrarán a final de esta temporada, en tanto que el actual presidente, Josep Maria Bartomeu, ha asumido que no podrá aguantar la presión por los malos resultados del equipo y por los escándalos de su mandato, entre los que destacan el oscurantismo del fichaje de Griezmann -en colaboración con su abogado personal, José Ángel González Franco- y haber difundido calumnias e insultos, a través de la empresa I3 Ventures, contra jugadores de su propio equipo como Piqué o Messi. Pero el primer «propio» que Convergència logró situar en la presidencia del Barcelona tiene ya candidato para las próximas elecciones, y es el empresario y expresidente de la Federación Catalana de Fútbol, Jordi Roche , gerundense y de marcado perfil independentista, aunque no tan sectariamente convergente como su mentor. Roche cuenta con el hasta hace una semana director de La Vanguardia, Màrius Carol, como vicepresidente emblemático, al modo en que lo fue Nicolau Casaus, inspirándose en la mítica figura del «avi del Barça».
Roche tendrá que competir con los también empresarios Víctor Font, accionista del periódico Ara, e igualmente independentista ; y con Emili Rousaud , actual directivo de la junta directiva y el candidato continuista contra la voluntad de Bartomeu y de Rosell, que están juntos en las causas pendientes con la Justicia y necesitan mantener el poder en la junta para poder defenderse tapando lo que hicieron desde dentro, y si han elegido a Roche es porque no confían en ninguno de los actuales directivos. De hecho, Rosell le reprocha a Bartomeu -que en su momento fue su sucesor designado- la torpeza que ha tenido para amarrar su continuismo desde dentro del club. Rousaud forma equipo con los también directivos, conocidos como «los jóvenes», Xavier Vilajoana y Maria Teixidor , y también con Jordi Cardoner, que lideró la revuelta contra Bartomeu en la reunión secreta de los directivos a propósito del escándalo de I3 Ventures. Cardoner, vicepresidente primero del club, le pidió al presidente que dimitiera, y al negarse, llegaron a la solución de compromiso de cesar al director del área de Presidencia, Jaume Masferrer , y de encargar una auditoría interna para aclarar lo sucedido con las cuentas falsas contra Messi y Piqué, cuyas más que probables conclusiones Cardoner usará para acabar de forzar la marcha de Bartomeu. Cardoner, al no ponerse de acuerdo con Teixidor y Vilajoana sobre quién tenía que ser el candidato, hizo ver que aceptaba a Rousaud como candidato que a nadie gustaba pero a nadie molestaba, pero su intención real no es que se anticipen las elecciones sino asumir él la presidencia el año que le queda a Bartomeu. El pretexto que le ofrece a Rousaud -y que es cierto- es que a pesar de ser sólo un año, le contaría como un mandato entero de los dos a que un candidato puede optar a presidir el Barça, aunque es más cierto todavía que Cardoner pretende cumplir al fin su sueño de ser presidente, y si la temporada que viene le va bien, presentarse por su cuenta y decirle a Rousaud «me suenas, pero no sé de qué».
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