Nations League
Roberto Martínez, el español al que sí quieren en Waterloo
El técnico se ha ganado el cariño de todo el país, donde confían que su legado perdure tras su marcha
A nadie se le escapa el enorme nivel de esta fase final de la Nations League . La segunda semifinal enfrenta a la actual campeona del mundo, Francia, con la número uno del ránking mundial de la FIFA, Bélgica. El éxito de esta última selección depende, en gran medida, del rendimiento que Roberto Martínez (Balaguer, 1973) ha logrado extraer de una generación fabulosa. El entrenador español llegó al cargo en 2016 y suma solo cinco derrotas en 64 partidos. El mes pasado superó el récord de victorias en el banquillo de los 'diablos rojos', hasta ahora en posesión del mítico Guy Thys . En el Mundial 2018 alcanzó la tercera plaza, el mejor puesto de su historia, mientras que en la pasada Eurocopa se despidió en los cuartos de final tras caer ante la después campeona Italia. Más allá de los números y el buen juego, en Bélgica han logrado apreciar el trabajo y actitud de un técnico que había desarrollado la totalidad de su carrera profesional en el Reino Unido.
Poco después de terminar el Mundial, a Roberto Martínez le encargaron también la tarea de ser el director deportivo de la Federación. En Bélgica quieren que su legado perdure una vez decida marcharse. El español aprovechó el dinero del premio por el tercer puesto mundialista para embarcarse en la remodelación de la ciudad deportiva de Tubize y convertirla en la sede de los equipos nacionales belgas, un proyecto que estará listo en 15 días. Cuando él llegó, la selección absoluta trabajaba en las instalaciones del Anderlecht y se concentraba en un hotel del aeropuerto de Bruselas.
Su otro gran proyecto implica a los futbolistas internacionales. Martínez ha conseguido que una veintena de ellos aprovechen las concentraciones para sacarse el título de entrenador. Así, en los ratos muertos, los De Bruyne , Lukaku y compañía estudian para tener la licencia incluso antes de terminar sus carreras deportivas. El técnico está convencido de que con el talento de sus jugadores se puede sacar una generación de oro en los banquillos.
Martínez tiene contrato hasta después del Mundial de Catar. Es difícil que siga después porque ahora mismo es uno de los técnicos más cotizados. Pero los que le conocen bien aseguran que es muy feliz en Bélgica. Su puesto le permite, entre otras cosas, poder llevar casi cada día a sus hijas al colegio, un regalo de incalculable valor para él. Vive en Waterloo , la ciudad del fugado Carles Puigdemont . Pero, en contraste al desinterés que muestran los vecinos por el expresidente de la Generalitat, el seleccionador es un orgullo para la localidad del sur de Bruselas.