Copa del Rey
El ritual de Unionistas que se repitió contra el Madrid
La afición salmantina rescató en el minuto 22, como en cada partido, el himno de la histórica UDS
![Los jugadores de Unionistas celebran el 1-1](https://s1.abcstatics.com/media/deportes/2020/01/23/unionistas-celebracion-kTZG--1248x698@abc.jpg)
Los cánticos, el apoyo de la afición, se hizo ayer en cada minuto de la primera parte, en cada segundo de la eliminatoria de Copa que enfrenta a Unionistas y al Real Madrid, hasta llegar al minuto 23, cuando se volvió a oír -como cada partido que se juega en las Pistas- el viejo himno de la extinta Unión Deportiva Salamanca (UDS). En el minuto 22 se hizo el silencio para, un minuto después, y sin ayuda de instrumentos, a capella, se oyó: «Hala Unión, grita Salamanca, hala Unión grita la afición», como se oía en el Helmántico antes de la desaparición de la UDS.
Se trata del mismo himno que se sigue oyendo en el estadio Helmántico cada domingo que juega el otro equipo de la ciudad castellana, el Salamanca UDS, lo que demuestra el nivel de rencillas entre los dos equipos salmantinos: tienen rotas las relaciones, pero cantan el mismo himno . Es una de las escasas coincidencias entre ambas entidades. La afición de Unionistas no cejó en ningún momento en su apoyo a sus colores, los blancos y negros, como los de la vieja Unión Deportiva Salamanca y los mismos que su equipo rival, el Salamanca UDS.
Y a la llegada del descanso, volvió entre los aficionados la tradición, el bocadillo, la empanada, el jamón de la tierra y los torreznos, para sofocar el frío que, minuto a minuto, se hacía más intenso. Horas antes, las dos directivas, encabezadas por Miguel Ángel Sandoval , como presidente de Unionistas, y Emilio Butragueño , por el Real Madrid, celebraron la típica comida de confraternidad entre los equipos. En esta ocasión, comieron en un céntrico restaurante de Salamanca, detrás de la Plaza Mayor, donde degustaron un menú típicamente salmantino.
Así, tomaron unos entrantes formados por croquetas líquidas de farinato ibérico y miel, patatas revolconas con su torrezno, tartar de salchichón ibérico con mahonesa de romero y encurtidos, arroz meloso de presa ibérica y boletus ; mientras que de segundo plato degustaron una suprema de lubina salvaje a la brasa, carabinero, y su salsa con emulsión de erizos de mar y una chuleta de vaca vieja al horno de carbón, acompañados por una tarta de queso de Las Arribes del Duero y rosquilla de Ledesma y un tiramisú de bollo maimón.
La fiesta fue total, tanto antes de iniciarse el partido como durante la primera parte, aunque el resultado podía dar igual ya que el premio ya estaba logrado: un Real Madrid en las Pistas . Cada jugada, cada aproximación de los jugadores salmantinos era acompañada por aplausos; cada caída de un jugador local era silbada. Y siempre se oyó un «sí se puede».