Redes sociales
Los traspiés de algunos futbolistas en sus redes sociales
Los comentarios olvidados en los diferentes perfiles que les jugaron una mala pasada
1
Sergi Guardiola
Twitter le jugó una mala pasada a Sergi Guardiola , delantero que vio frustrado su fichaje por el filial de Barcelona solo unas horas después de estampar su firma como nuevo jugador del conjunto azulgrana. Un despido motivado por unos mensajes ofensivos contra el Barcelona y Cataluña que publicaba en esta red social dos años antes de la firma y que trascendieron después de que se convirtiera en jugador del Barça. Con frases como «Hala Madrid, puta Cataluña» y «Hoy puta Cataluña y siempre Hala Madrid» en su perfil hacía gala de su madridismo.
2
Julio Rey
Un comentario en esta red social cambió brúscamente el camino que tomaba la vida de Julio Rey Abalo , un joven futbolista de Vilagarcía de Arousa. En menos de 24 horas pasó de fichar por el Deportivo de La Coruña para militar en su equipo filial a quedarse en paro. Todo por un desafortunado mensaje en octubre de 2012, cuando tenía 17 años. El desafortunado «tweet» en el que puede verse bajo estas líneas: «Puta Depor, Puta Riazor» se publicó cuando el Deportivo jugaba contra el Barcelona, un partido que terminó perdiendo por 4-5.
3
Peru Nolaskoain
El juvenil del Antiguoko donostiarra que fichó por el Athletic, tuvo que disculparse por los insultos que había lanzado en varias ocasiones a través de Twitter contra el Athletic, un club por el que no sentía precisamente simpatía. El mediocentro nacido en Zumaia en 1998 indicó en euskera en su cuenta de dicha red social: «Me toca pedir perdón por lo que he escrito contra el Athletic, nunca se sabe dónde va a acabar cada uno».
Se refería a sus varios comentarios contra el Athletic lanzados en 2014. Sospechó de favoritismo hacia los rojiblancos cuando escribió el 17 de marzo tras la roja de Gabriel del Villarreal. «Expulsión de Gabriel. Cuatro expulsiones y cuatro penaltis para el Athletic en las cuatro últimas jornadas. Casualidad».
Unos días antes, el día 9 del mismo mes, esperaba que los rojiblancos cayeran en Valencia. «Ver perder al Athletic me alegra la noche, pero todavía me alegra más ver que le marcan un gol en fuera de juego, je, je».
4
Roberto Bartres
El jugador del Alcoyano fue un claro ejemplo de no hacer caso a las frecuentes advertencias de que hay que tener cuidado con lo que se escribe en las redes sociales. Al jugador formado en la cantera del Atlético de Madrid, le amargaron las vacaciones por un comentario en su Facebook, castigando una falta de moral que hace honor al dicho sobre el conjunto alicantino:
«Limpiando la casa y haciendo la maleta que mañana vuelvo a mi casa y como me toque el gordo va a volver su p... madre», escribió Batres en su perfil. Para su desgracia, no llamó el lotero para decirle que había ganado, lo hizo el director deportivo de su equipo, Toni Torres, para comunicarle que no hacía falta que hiciera de nuevo las maletas en casa para volver a Alcoy.
5
José Manuel Cazorla Reina
Lo que en principio parecía un refuerzo prometedor de un joven canterano para el filial rápidamente se convirtió en una tormenta en las redes sociales. El que fuera jugador del Loja, Jose Manuel Cazorla Reina, eligió mal qué tuitear, pero lo solventó borrando su cuenta (@CazorlaReina) o bien bloqueandola temporalmente. Aún así, los atléticos tuvieron tiempo para dejar constancia de los gustos del futbolista.
6
Dani Ceballos
No todas las meteduras de pata han sido a través de las redes sociales. Ceballos , gran jugador en sus actuaciones con el Betis y fijo en la españolas sub 21, perdió las formas. En mayo de este año se dirigió a los jugadores del Getafe con un tono despectivo diciendo «a ver si os pudrís en Segunda y desaparecéis». Lógicamente estas palabras de Ceballos enfadaron a los jugadores del Getafe, quienes se fueron a por él a la conclusión del encuentro.
7
Dani Güiza
El delantero jerezano pasó del «no vestiré nunca del Cádiz» a «estar comprometido a muerte». Muchos cadistas no lo vieron como una incoporación acertada, más bien como una provocación a la afición debido al anticadismo de Güiza.
Lo expresó en repetidas ocasiones. Cuando aún era jugador del Getafe, expresó su intención de no jugar nunca en el Cádiz con un «nunca me la pondría».
