«Ni con bombas nos perdemos el clásico»

Entrar hoy a ver cualquier partido de la Bundesliga exige un largo y tedioso calvario de medidas de seguridad, pero a la puerta de El Borriquito, en la calle Wieland de Berlín, no hay ni cacheos, ni registros, ni escáner de tarjetas de identidad. «No hemos cantado la Marsellesa porque tampoco es cuestión de ponernos tan teatrales, pero estamos con los franceses. Y lo mejor que se puede hacer, por ellos y por todos nosotros, es seguir yendo a ver los partidos , seguir con nuestra vida y cambiar lo que hacemos por miedo», explica Adolfo, un operario de maquinaria de 47 años que ha traído a su hijo de 14 a ver el partido.

Del ambiente y las caras largas se deduce que la clientela es mayoritariamente del Real Madrid. «Muchos nos conocemos de venir a ver los partidos de la Liga y aquí hay de todo , gente de diferentes equipos, lo que pasa es que no gritamos tanto como si estuviésemos en un bar en España, eso está claro», reconoce Adela, una enfermera llegada a la capital alemana hace ya dos años. «Bueno, bueno, si fuera ganando el Madrid igual había más ambiente», le corrige su compañero de mesa.

Ambiente, en todo caso, no falta. El local, un negocio familiar regentado por José Antelo y sus hijos y especializado en tapeo y platos españoles, está abarrotado. Los camareros se abren paso circulando de canto entre las mesas mientras sentencian: «ni con bombas, ni sin bombas, los españoles este partido no se lo pierden» .