«Presidente, estos dos señores están a tu disposición»

El juez Toro fue cazado por la UCO en un encuentro con Villar y Cortés Elvira antes de ser detenido en la «operación Soule»

F. Rojo

Cada vez que Ángel María Villar ha tenido un problema en los últimos años, un ángel de la guarda se le ha aparecido en el camino. Así ocurrió en 2012, cuando el juez Juan Antonio Toro archivó la querella presentada contra Villar por la convocatoria «clandestina» de elecciones federativas. Esa decisión permitió que continuara al frente de la Federación Española de Fútbol . Y cinco años después, cuando se le investigaba por el desvío de fondos en el denominado «caso Haití», la UCO cazó a Toro compartiendo mesa y mantel en un reservado del Restaurante «L’Abraccio» de la capital madrileña con Villar y con el exsecretario de Estado Rafael Cortés Elvira, íntimo amigo de ambos. Incluso el propio Villar insinúa en las escuchas intervenidas por la Guardia Civil que Toro pudo tener influencia de alguna manera en el archivo de una tercera querella, la del «caso Federación» por el uso fraudulento de fondos en viajes del presidente y sus principales colaboradores. De hecho, Villar se refiere a Toro como «el juez del 47» a pesar de que ese nunca fue su juzgado .

La imagen que unirá para siempre a Toro y a Villar se produjo el 6 de julio de 2017, días antes de que el presidente de la Federación, su hijo Gorka y su mano derecha, Juan Padrón, fueran detenidos y encarcelados por orden del juez Pedraz. El encuentro se fraguó a partir del 28 de junio cuando el entonces presidente de la Federación Madrileña, Vicente Temprado, llama a Ángel María Villar y le comunica que ha almorzado con «dos señores muy amigos de Cortes Elvira» que, según él, estarían «incondicionalmente a disposición» de Villar «para cualquier cosa que se necesite».

Versión de Toro

Villar pronto reconoce el nombre de Juan Antonio Toro, «el que archivó -insiste- el caso del juzgado 47». Y Temprado le da más detalles sobre el otro magistrado, José María Vento, e incluso de su hija y de su jefa en la Fiscalía. «Esto es un conglomerado de gente -explica el presidente de la madrileña- muy allegada al tema. Todo está a tu disposición para que que en cualquier momento necesitemos echar mano de ellos ».

El día 4 de julio, se fija una reunión para dos días después en un lugar reservado cercano a la Plaza de Castilla de Madrid. El propio Vicente Temprado le expresa a Villar que sería una reunión discreta porque «esto es muy grave». La Guardia Civil realiza un seguimiento del restaurante en cuestión y detecta a Villar, Cortés Elvira y Toro Peña sentados en un reservado , mientras Vicente Temprado y su secretario técnico en la Federación Madrileña, Fernando Zambrano -que asegura ser amigo de Toro y habría sido el organizador del encuentro- se quedan en la barra del establecimiento.

Nada se sabe de lo que se dijo dentro, pero Vicente Temprado, al ser interrogado, confirmó después que «quedaron allí para tratar sobre los problemas de Ángel María Villar». Sin embargo, Toro niega la mayor y asegura que el encuentro «fue absolutamente fortuito» y que «no ofreció jamás al señor Villar ayuda de ningún tipo».

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