Portugal-Bélgica, el partido del miedo
Medidas de seguridad sin precedentes para un partido que se trasladó a la ciudad portuguesa de Leiria
A medio camino entre Lisboa y Oporto, la localidad de Leiria se convierte en todo un fortín para albergar el amistoso Portugal-Bélgica justo una semana después de los atentados de Bruselas . Un partido que debía haberse jugado en tierras belgas este mismo 29 de marzo, pero que fue trasladado por motivos de seguridad.
En vista del despliegue policial y militar posterior a la barbarie terrorista del Daesh, el Ministerio del Interior belga no podía garantizar las mínimas prestaciones necesarias, pues los efectivos son requeridos en las calles y en las redadas.
De manera que inicialmente se barajó la suspensión del encuentro, aunque después la federación del país centroeuropeo aceptó la propuesta lusa para jugar en el Estadio Magalhaes Pessoa de Leiria, precisamente donde Portugal cayó el pasado viernes por 0-1 ante Bulgaria tras fallar Cristiano Ronaldo un penalti.
Las medidas de seguridad se han extremado al máximo en un campo con capacidad para 23.000 espectadores . Y todo para que el encuentro, calificado de «alto riesgo», transcurra por la senda de la tranquilidad.
A 1.900 kilómetros de distancia de Bruselas, la velada de preparación para la próxima Eurocopa de Francia comenzará con un minuto de silencio en homenaje a las 35 víctimas mortales del 22-M.
El presidente de la República, Marcelo Rebelo de Sousa , ha confirmado su presencia en Leiria, mientras que el castillo de la localidad se iluminará de nuevo con los colores de la bandera belga, como ya ocurrió hace unos días antes Bulgaria.
Courtois , Lukaku (pues Kompany, Hazard y De Bruyne causarán baja) y el resto de los jugadores de la selección número uno en la clasificación actual de la FIFA viajaron el pasado domingo procedentes del mismo aeropuerto de Zavantem, donde los islamistas sembraron el pánico.
«Estos terroristas no pueden llamarse musulmanes y deshonrar nuestra religión» , declaró el internacional musulmán belga Moussa Dembelé antes de puntualizar: «Nos hacen un daño inmenso porque la gente, e incluso los medios, no presenta nunca el Islam como algo bueno. Los yihadistas son nuestros enemigos y nos matan también a nosotros».
Debido a que el traslado del choque a Portugal se realizó de una forma tan apresurada, no ha dado tiempo a imprimir entradas para una noche tan especial. En consecuencia, la Federación Portuguesa de Fútbol ha decidido conceder validez a los 23.000 tickets que se despacharon frente a los búlgaros. Otros 1.000 más se venderán en la taquilla.
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