Fútbol

Pirlo, la elegancia, cuelga el traje

El hombre que no se atrevió a fichar por el Real Madrid en 2006, cosa que lamenta siempre, deja el fútbol por su lesión de rodilla

TOMÁS GONZÁLEZ-MARTÍN

Una lesión de rodilla le ha convencido. Andrea Pirlo, la elegancia trasladada al fútbol, el último creador de juego que ha dado Italia, cuelga las botas en diciembre. A sus 38 años, no puede entrenarse con el New York City por los problemas de su dolencia y ha dicho que «es la hora». Se va uno de los mejores futbolistas del siglo XXI, líder del Milán de Ancelotti, director de la Juventus triunfal y el eje de la escuadra azzurra que conquistó el Mundial 2006. No jugó en el Real Madrid de Florentino Pérez porque no tuvo el valor de marcharse aquel año, cuando el Milán podía descender por corrupción arbitral. Siempre lamentó no dar aquel paso.

El club blanco le ofreció ser el relevo de Zidane en la media, que colgaba las botas en 2006; ahora, el italiano es quien las cuelga, obsesionado con aquella decisión de no venir por respeto al Milán

Nacido en Brescia en 1979, debutó en la serie A con el equipo de su ciudad a los 16 años. Entonces era un centrocampista ofensivo. Lucescu lo fichó para el Inter en 1998. Vio en el media punta una calidad en el pase final que el club no supo valorar posteriormente. Sufrió tres años de cesiones, infravalorado, y en el año 2001 consiguió ser traspasado al máximo rival, el Milán, que pagó 17 millones de euros. Ancelotti fue el culpable. Le espió en el Brescia y encontró muchas virtudes por explotar. Fue su valedor. El alma de su carrera.

Lo ha ganado todo:748 partidos y 73 goles. Es su balance total tras militar en el Brescia, el Inter, el Milán, la Juventus y el New York City

«Carletto» observó en él una amalgama de recursos técnicos que le permitían ser el jefe de un equipo y retrasó su posición. Se transformó en el nuevo medio centro de los rojinegros. Andrea se convirtió en uno de los mejores creadores de «calcio» del mundo. Ambos compartieron ocho años de éxitos a escala nacional e internacional. La Copa del Mundo 2006 fue el punto culminante de una etapa gloriosa que comenzó a acabarse en ese instante al descubrirse la mafia arbitral en la que presuntamente estaba entrometido el Milán.

Ganó 17 títulos: Un Mundial, dos Champions, un Mundial de Clubes, dos Supercopas de Europa (Milán), seis Scudettos, dos Copas y tres Supercopas de Italia.

Fue entonces cuando el Real Madrid le hizo una oferta insuperable. El posible descenso de su club, por corrupción, le abría las puertas para marcharse. Andrea quería venir al mejor club del mundo. Llegó a soñar con el triunfo en el Bernabéu . Lo dijo en aquel momento y lo manifiesta hoy, con añoranza por no haber sido valiente. Galliani reaccionó y le hizo una oferta muy importante para continuar en el Milán: «Aquí tienes un contrato por cinco años. Pon la ficha que quieras». No se atrevió a marcharse. Iba a ser el relevo de Zidane en el Madrid. El francés colgaba las botas. Pirlo no tuvo valor. En 2011 firmó por la Juventus y durante cuatro campañas volvió a ser un líder. Hace dos años se marchó al cementerio de elefantes de la MLS. Ahora dice «ciao». Y el Madrid como obsesión eterna.

Pirlo, la elegancia, cuelga el traje

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