Piqué, capitán España

Gerard Piqué ha dejado de ser noticia, al menos de momento, en el plano extradeportivo cuando viste la camiseta de la selección española. El pasado domingo, en Villarreal, fue titular y nada más empezar el partido contra Suizo recibió la pelota, algo habitual en la primera jugada de España. Entonces, es cierto, se escuchó algún pito, pero no duró ni medio segundo. Los aplausos fueron unánimes en La Cerámica.

Se da la circunstancia de que incluso se coreó su nombre con frecuencia , agradecido el azulgrana con el público y contento porque las cosas han cambiado. Aunque a veces ha sido él quien ha agitado las masas, a Piqué le dolía mucho el ambiente extraño que su figura ha generado durante los últimos años.

El central lleva un tiempo sin pisar charcos, y la gente está entusiasmada con el inicio del Mundial. Eso hace que a Piqué se le trate con cariño y el equipo lo agradece. Además, Piqué fue en La Cerámica capitán durante unos minutos.

Llevó el brazalete de España encantado como lo hizo en las otras dos ocasiones. La primera vez fue en un amistoso contra Colombia y luego repitió en el bolo contra Rusia del pasado noviembre. Son ya 97 tardes con la selección y en el Mundial, salvo que una desgracia lo impida, entrará en el club de los cien.