Mundial 2018 | Clasificación
La peor pesadilla para los argentinos
La derrota en Bolivia deprime a todo un país, que teme que su selección se quede fuera del Mundial, como ocurriera en 1970
La historia puede repetirse, pero Argentina ruega para que no suceda. El día que Perú se convirtió en verdugo de la selección argentina , en las eliminatorias previas al Mundial de México 1970 , se recuerda como un fantasma encarnado en pesadilla sin consuelo. Aquella sensación amaga con instalarse de nuevo en un país donde el fútbol es una cuestión de Estado, el ser o no ser de una identidad que no se concibe a sí misma sin estar entre los mejores del planeta con su deporte nacional.
La derrota este martes en La Paz frente a Bolivia (2-0) reventó la cabeza de los jugadores de la albiceleste, de por sí sumidos en una honda depresión por la ausencia de Leo Messi , el hombre de buenos modos que los perdió en el anterior partido contra Chile. La fatídica expresión del capitán, dirigida al árbitro, -«la concha de tu madre»- y el castigo, desmesurado para algunos de cuatro partidos, dejó descolocado «al plantel» y al astro albiceleste. Pero ese episodio será una anécdota para él y para Argentina si la selección no logra superar una fase de clasificación que, hoy por hoy, tiene al equipo más fuera que dentro de la Copa del Mundo de Rusia del año próximo.
« No hay Mundial sin Argentina , remontamos sí o sí», repiten los más entusiastas. Una hipótesis o realidad distinta supone para el país entrar en una crisis de dimensión desconocida. Los argentinos están acostumbrados a los batacazos económicos, pero no soportan los del fútbol. Eternos finalistas con Brasil –su adversario histórico- y dos veces campeones, caer del Mundial antes de empezar se siente como una humillación intolerable.
Tan fuera de los pronósticos estaba el escenario actual que una célebre marca de televisiones lleva semanas anunciado ofertas de venta para ver a la selección en el mundial. La campaña, ahora, tiene un futuro incierto.
«El problema que faltaba»
El Ejecutivo de Mauricio Macri es consciente de la situación. Cambiemos, la alianza de Gobierno, contaba con muchos problemas, pero no con éste. Piquetes, falta de inversiones, sindicalistas en pie de guerra, kirchnerismo como oposición sin piedad o desánimo en la población, estaban dentro de lo probable. Lo que no estaba dentro de lo posible era perder el único espacio donde hay esperanza de recuperar los ánimos y la alegría. «Dios quiera que entremos», afirma un hombre del círculo de Macri. «Como tenemos pocos problemas, lo que nos faltaba era éste», reconoce.
El 31 de agosto de 1969, la Bombonera, estadio de Boca Juniors , el club que dirigió años más tarde Mauricio Macri, fue el escenario de la derrota y el fin del sueño del Mundial con un empate 2- 2. «Perú escribió el epitafio», diría Osvaldo Ardizzone periodista insigne de la época. Hoy, la gente, prefiere no recordarlo.