Neto y la difícil misión de hacer olvidar a Ter Stegen

La tendinopatía en la rodilla derecha que sufre Marc-André Ter Stegen, que le privó de jugar ante el Espanyol y que le impedirá disputar la Supercopa de España, fue recibida con el mismo estupor por la afición azulgrana que si se tratara del propio Leo Messi . Es un claro reflejo de la magnitud del contratiempo, de la incidencia que el meta alemán tiene en el juego azulgrana y directamente en sus resultados. La trascendencia de Stegen es el gran monstruo contra el que tendrá que pelear Neto durante la ausencia del teutón para tranquilizar a la grada y liberarse de la mochila con la que carga desde que este pasado verano se convirtiera en el portero más caro de la historia culé , al cifrarse su traspaso en 35 millones de euros (35 fijos más otros nueve en variables). Es cierto que la operación tiene cierto truco de tesorería para cuadrar las cuentas del club, ya que el acuerdo con el Valencia incluía el traspaso de Cillessen por una cifra idéntica, aunque en ejercicios contables diferentes.

Una inversión que no se ha trasladado al terreno de juego. Tuvieron que disputarse veinte partidos para que el cancerbero brasileño pudiera debutar de forma oficial con la camiseta azulgrana en un intrascendente partido de Champions League. Jugó en San Siro en el último partido de la fase de grupos, con el Barcelona ya clasificado matemáticamente para los octavos de final como primero. Lo hizo rodeado por ocho suplentes más y, aunque encajó un gol, contribuyó a la victoria ante el Inter de Milán. Su debut en Liga se produjo este sábado ante el Espanyol, en el último encuentro de la primera vuelta a causa de la lesión de Ter Stegen. Cumplió con su rito en los prolegómenos, rezando bajo palos. Luego poco pudo hacer en los dos goles, más achacables a sus defensores. «Busco dar el máximo en los entrenamientos y en los partidos. Estoy contento por jugar, pero no por el resultado», comentó tras el empate en Cornellá. Los problemas de Stegen le permitirán mantener su titularidad en la Supercopa , aunque el meta no se desvía de su mensaje: «No pienso en otra cosa que en trabajar, que es lo que me ha llevado hasta aquí».

Debería estar tranquilo el «soci» con Neto, que en el Valencia ya demostro su capacidad para defender la portería de un equipo exigente. Además, sus cuatro años en la Fiorentina y los dos en la Juventus , donde aprendió al lado de Buffon, le confieren una experiencia europea necesaria para defender los tres palos del Camp Nou. Nada más aterrizar en el club catalán dio muestras de su ambicioso carácter. «Para mí soy el mejor del mundo» , soltó durante su presentación este pasado verano. De hecho, sin ser un futbolista problemático, forzó su salida del Valencia tras un encontronazo con Marcelino por perder la titularidad en el tramo final del campeonato, algo que se repetía despuyés de tener que vivir a la sobra de Buffon en Turín.

Con sus 1,93 metros de altura, Neto es un seguro de vida a balón parado y en balones aéreos impone su envergadura , aunque no le gusta excesivamente salir de su zona de confort. Su altura no le impide ser efectivo en los balones rasos, algo que debe a su buena elasticidad. En su debe está el juego de pies , que trata de mejorar en el Barcelona y que dista mucho del de Ter Stegen.

Ahora tendrá la Supercopa de España para rentabilizar su fichaje y demostrar el acierto de la secretaría técnica del Barcelona, al tiempo que tratará de hacer cambiar de opinión a un nutrido número de aficionados que estaban en contra del trueque con Cillessen ante el buen rendimiento que había dado el meta holandés, clave en la consecución de las dos últimas Copas ganadas por el Barça.