Tottenham

Mourinho, anclado en el pasado, toca fondo

El portugués no levanta al Tottenham y enlaza seis derrotas por primera vez en su carrera

Mourinho, tras su sexta derrota consecutiva AFP

E. Yunta

La última noticia de Jose Mourinho que tuvo algo de gracia fue una reacción colérica en el banquillo para protestar al árbitro cuando justo dos segundos antes se reía irónicamente a carcajadas con uno de sus ayudantes, una de esas imágenes gancho que sirven para titular con aquello de arden las redes y demás, vídeo viral que deriva en pinchazos masivos en las webs y que alimenta a los programas de deportes de televisión . De fútbol, de los logros de su equipo, no hay nada que contar, sumido el portugués en un deterioro evidente que le tiene en la situación más delicada desde que está en los banquillos. Con el Tottenham, que le rescató del paró tras su experiencia fallida con el Manchester United, ha tocado fondo y ni siquiera sus salidas de tono en las salas de prensa se tienen en consideración, también muy desgastada esa figura de agitador.

El Tottenham, finalista el año pasado de la Champions , no estará en el sorteo de cuartos de final de esta edición, siempre y cuando la competición siga su curso ahora que el coronavirus tiene a medio planeta paralizado. El pasado martes, el conjunto londinense perdió estrepitosamente ante el Leipzig (0-1 en la ida, 3-0 en la vuelta) y confirmó su declive, unos jugadores sin alma y también muy castigados por las fatalidades. Es verdad que Kane y Son, los dueños del gol, están lesionados de gravedad, pero también es verdad que con Mourinho no se ha mejorado en nada a Mauricio Pochettino , al que se despidió después de cinco cursos estupendos del argentino.

Mourinho, quien reclamó un tiempo prudencial que ya se ha consumido en su aterrizaje, lleva unos números muy pobres en el Tottenham . Cuando se hizo con las riendas, era el decimocuarto de la Premier con 14 puntos y la gente se imaginó la remontada con ese esperanzador debut ante el West Ham (2-3), pero el viaje ha estado repleto de manchas y tropiezos sonoros. Daniel Levy, el jefe de la entidad, un hueso a la hora de negociar con los grandes de Europa, sacó la chequera y contrató a uno de los entrenadores con mejor reputación, pero muy caro también , pues se dice que el portugués cobra 17 millones de euros por temporada. De momento, no los justifica y, por primera vez en una carrera que ya cuenta con 935 encuentros dirigidos, enlaza seis tardes con derrota, una lacra . Además, en la Champions, la competición que le hizo grande al vencerla con el Oporto (2004) y con el Inter (2010), lleva cuatro patinazos en sus últimas cinco participaciones, sin pasar siquiera de los octavos de final.

Aún quedan nueve jornadas para que concluya la Premier y el objetivo de Mourinho es menor, pues se conformaría con llegar a los puestos europeos . El Tottenham es octavo con 41 puntos (el doble tiene el Liverpool, líder), y anda a siete del Chelsea, que es quien cierra los puestos de Champions League.

«Nos falta de todo», se lamenta el luso, que reclama un par de fichajes como mínimo para mejorar a una plantilla algo oxidada. «Hay que luchar con dignidad hasta final de temporada», propone con la boca chica mientras los medios le recuerdan aquello de 'The Special One' con lo que él mismo se proclamó. Su palmarés es estupendo, 25 títulos ya, pero la última alegría se la llevó en 2017 al vencer la Europa League con el Manchester United. El fútbol avanza, pero Mourinho vive en el ayer.

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