Cortita y al pie
El misterio del reglamento
Los árbitros, con la intensificación arbitral que supone el VAR, aplican artículos que nadie conoce
![El misterio del reglamento](https://s2.abcstatics.com/media/deportes/2021/10/11/arbitro1-ktLE--1248x698@abc.jpg)
La ignorancia de la Ley no exime de su cumplimiento. Es un principio del derecho y un principio del fútbol, donde los árbitros, con la intensificación arbitral que supone el VAR, aplican artículos del reglamento que nadie conoce.
Porque, ha de asumirse, el reglamento no nos lo sabemos. El reglamento hace mucho que se ha salido del común entendimiento del fútbol, si es que alguna vez coincidieron. Es como si la ley natural de este deporte se hubiera visto superada y también distorsionada por un exceso de codificación.
¿A que de niño no necesitábamos árbitro? ¿A que las reglas están claras en la pachanga amical? ¿A que en un partido de solteros contra casados todos sabemos lo que son las cosas?
El fútbol profesionalizado sigue una normativa que nos sorprende cada año. Un aficionado que llevara medio siglo viendo fútbol ayer descubriría la norma que validó el gol de Mbappé. Acababa de conocer un subapartado, una cláusula, una letra pequeña…
El reglamento es un gran desconocido, y los árbitros lo manejan como algo suyo, propio, que solo ellos conocen y saben interpretar… Son los encargados de su hermenéutica, que diría Iván Redondo, y ese papel les garantiza el protagonismo del fútbol. El enrevesamiento y la complicación al interpretar las normas les garantiza el poder, poder que el VAR ha aumentado.
Hay otra máxima, 'Summum ius summa iniuria': demasiado derecho, suma injusticia, y a eso recuerda lo de ayer de Mbappé y el toque de Eric García y en general todo el arbitraje VAR. Un exceso de legalismo. Un sobrearbitraje, un exceso de cavilación sobre normas sencillas y sobre la naturalidad del fútbol. Esto, lejos de aclarar las cosas y de reglamentar el fútbol lo está llevando al caos: el exceso de norma, el exceso de interpretación leguleyoarbitral sobre la jugada que permite el VAR no regula más el fútbol, sino que lo desorienta.
Toda la vida pensamos que conocíamos la regla del fuera de juego, y hasta mirábamos con masculina superioridad (¡anticonstitucional! ¡reprensible!) a la novia perpleja que no entendía el mecanismo anticlimático de la banderita. Esta excepción es una sorpresa enorme que nos trae el fútbol en pleno 2021, pero ¿la necesitábamos?
En desconocer el reglamento había una gran sabiduría: el fútbol es universal porque es sencillo y porque es intuitivo. El arbitraje de la excepción es el arbitraje que coloca al árbitro como un soberano en el campo, un decididor de partidos y torneos, un alto tribunal ajeno a la ley natural del fútbol. Un tecnodéspota que se parapeta en confines del reglamento y en circulares interpretativas que es imposible conocer. Porque no es solo conocer el mamotreto, hay que saberse las famosas circulares de la International Board...
Pero, ¿quién legisla el fútbol? ¡Los árbitros! ¡Los mundos burocrático-federativos! El fútbol debería liberarse y ser legislado por el pueblo, por el aficionado. Y eso sucede cuando el entendimiento de la jugada es el intuitivo y el natural. Cuando impera el sentido común del fútbol. El sobrearbitaje, la excepción, la pijadita del VAR es un recordatorio vivo del robo del fútbol.
El no-fuera de juego de Mbappé, el offside de Mbappé, es una novedad rechazable del fútbol. Hasta los franceses coinciden en que, aun siendo legal, es injusto y además absurdo. Es un gol de notario, un gol jurisprudencial, un gol de la parte contratante de la primera parte. El VAR, pues, ha creado un nuevo tipo de injusticia arbitral.