Fútbol
El manual de supervivencia de Bartomeu hasta los comicios
Contentar a Messi y confeccionar un equipo ganador, con Lautaro y Neymar, la prioridad
«Bartomeu es una persona generosa, le deseo lo mejor», aseguraba Maria Teixidor tras abandonar la Junta el pasado jueves . «Conozco a Bartomeu, y le conozco desde hace cuarenta años, creo que él encaja bien las críticas. Lo tiene asumido. Siempre está dispuesto a recibir críticas si están argumentadas», añadía Jordi Mestre , vicepresidente deportivo que dimitió en julio por discrepancias en la gestión deportiva. Dos ejemplos de sendas personas que le han abandonado en el camino para glosar el talante conciliador y dialogante del presidente del Barcelona, que sabe que acabar su mandato depende en exceso del beneplácito de un vestuario bastante distanciado con la actual directiva . Al igual que su victoria en los comicios de 2015 se sustentó en el triplete conseguido por Luis Enrique, su continuidad pende de lo que haga la pelota y de los próximos resultados deportivos.
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Una de las obsesiones del dirigente es contentar a una plantilla que no duda en mostrar su desacuerdo con muchas de las gestiones del club. El primer intento de Bartomeu de meterse a los pesos pesados en el bolsillo fue intentar el retorno de Neymar tras su fuga a París . Fue una petición expresa de Leo Messi que el presidente quiso concederle pero que las pretensiones del PSG impidieron. «Me hubiese encantado que viniese Neymar. Sinceramente, no sé si el Barca hizo todo lo posible para su regreso », dudó tiempo después el rosarino, al que Bartomeu quiere renovar. El contrato vitalicio de Messi sería la carta ganadora de Bartomeu, que insistirá este verano en el fichaje de Neymar para ganarse el favor del argentino. Sin duda, ahora mismo Messi es la única persona que puede decantar de forma inapelable unas elecciones.
Apagando fuegos
Especializado en apagar fuegos durante este último tramo de su mandato, también se vio obligado a mediar entre Abidal y Messi tras la polémica salida de Valverde, las críticas del secretario técnico al vestuario y la airada respuesta del argentino. El escándalo de las redes sociales fue otra muesca más en la culata de Bartomeu, que bajó de nuevo a la caseta para justificarse ante la plantilla . Los jugadores aceptaron sus explicaciones aunque algunos argumentos les chirriaban. Pudo parar el golpe aunque cada incidente era como una palanca que iba forzando la brecha que distanciaba a directiva y jugadores.
La pandemia por el Covid-19 gestó la prueba de fuego con la que el dirigente tuvo que lidiar y que acabó con una limpia en su órgano de mando esta pasada semana. Negoció una rebaja salarial con los capitanes y mantuvo las conversaciones en secreto para evitar filtraciones. P ero algunos directivos impacientes criticaron las dudas de los futbolistas , lo que provocó una nueva respuesta de Messi lamentando que se les cuestionara («no deja de sorprendernos que desde dentro del club hubiera quien tratara de ponernos bajo la lupa»). Y a Messi no se le toca . El objetivo inmediato del dirigente es tener contento al argentino para lograr un acercamiento con el vestuario. Neymar y Lautaro son objetivos prioritarios para el próximo mercado estival, al igual que renovar a Ter Stegen . Y cruzar los dedos para que la pelota entre.