Caso Eldense
Las mafias asiáticas buscan defensas centrales o porteros
Las organizaciones asentadas en Malasia y Singapur intentan captar jugadores jóvenes o veteranos para manipular partidos de Segunda B
Hasta Elda y su equipo de fútbol, el Eldense , ha llegado el paroxismo asiático por las apuestas . La cultura de las casas de juego, el azar orientado al deporte y el dinero en movimiento forma parte de la idiosincrasia de los asiáticos muy por encima de la tradición anglosajona, británica y europea. Mientras al Eldense lo gestionaba un grupo inversor italiano conectado con exdelincuentes de su país, la mafia del sudeste de Asia esparcía sus tentáculos sobre los actores del espectáculo y los dominadores de la información real, los futbolistas del club. Según las investigaciones policiales desveladas por la Cope, un miembro de la plantilla (Nico Cháfer) pecó de avaricia y se asoció a los mafiosos asiáticos en el plan de amaños (3-0 al descanso con el Cornellá) en busca de más dinero. Alguno se pudo embolsar 60.000 euros. Los hampas chino, indonesio, malayo y filipino se han asentado en la Segunda B.
Las fuerzas de seguridad que rastrean las apuestas ilegales (una falta administrativa) y los amaños de partidos (un delito penal por corrupción de particulares) han detectado un foco de infección en Malasia y Singapur . Dos países integrados en la misma península y que gozan de bajo nivel impositivo en materia fiscal.
Fuentes conocedoras del caso consultadas por ABC aseguran que «estos países son el marco ideal para crear un negocio transnacional y legal como son las casas de apuestas, pero que ofrecen una pantalla para las mafias en otros negocios ilegales y que no dejan rastro».
El modus operandi de las mafias asiáticas consiste en seguir la senda del dinero. Los delincuentes contactan con intermediarios del país, que les ponen sobre la pista de los clubes deportivos con problemas económicos , afectados por el impago de nóminas o directamente la insolvencia.
«Las redes organizadas siempre buscan el mismo perfil de futbolista, un insider, el sujeto propietario de la información, el defensa central que puede propiciar un gol o una expulsión, el portero que se puede dejar un gol... Las mafias siempre captan al dominador de la acción, no a un actor secundario, como pueda ser el entrenador o el preparador físico».
El Eldense reunía casi todas las condiciones para la atracción de las mafias asiáticas y sus inversiones fraudulentas en las apuestas a través de partidos amañados. Era un club sin cimientos sólidos, muy frágil en su estructura económica , sin mecanismos de prevención del delito y abocado a una ruina financiera por el presumible descenso a Tercera división. Por el club han pasado 52 jugadores de 12 nacionalidades en siete meses de competición. Y las mafias, al decir de los investigadores, suelen elegir el mismo perfil de futbolista: los más endebles mentalmente y, siempre, alguno de los jóvenes o alguno de los veteranos.
El estereotipo de la compra-venta de encuentros de fútbol en estas categorías inferiores funciona como en los asesinatos. Siempre hay un autor material y una cadena de cómplices que se van sumando al proyecto delictivo.
Un negocio de 500 billones
Un informe de la Liga de fútbol mantiene que las apuestas deportivas mueven en el mundo 500 billones de euros anuales , de los cuales el crimen organizado blanquea 130 billones a través de las casas de juego. Las vinculaciones de las mafias criminales con las redes de apuestas están fuera de toda duda para los agentes del orden. Las mismas asociaciones delictivas que manejan el mercado de las drogas, las redes de prostitución o el blanqueo de capitales son las que interfieren en los resultados de la Segunda B española y corrompen la competición.
El Juzgado de Instrucción número 1 de Elda ha imputado delitos de corrupción y organización criminal a los cinco detenidos (dos de ellos futbolistas) por el arreglo de los partidos del club alicantino.