Barcelona

Así luciría Messi de blanco

El Barça rechaza un diseño en el que impera el color «maldito» para la afición azulgrana

Sergi Font

El marketing suele imperar en estos tiempos modernos en los que el diseño le gana la batalla a la tradición, pero todo tiene un límite. Al menos en el Barcelona, que ha vetado la posibilidad de que el primer equipo luzca una camiseta de color blanco que incorporaba la cruz roja de Sant Jordi en el pecho como elemento central. Desde que Nike patrocina al club azulgrana ha propuesto innovaciones rompedoras que han sido aceptadas por las sucesivas juntas de la entidad.

El objetivo es completamente comercial y busca continuos atractivos para que cada temporada sigan vendiéndose más camisetas aportando ingresos atípicos al club. Así, se ha podido ver a Leo Messi y al resto de estrellas culés luciendo zamarras de color rosa, fluorescentes, con las rayas de diferente grosor e, incluso, con éstas en posición horizontal (temporada 2015-16), venciendo las críticas más conservadoras. Incluso hay que destacar el atrevimiento en el diseño de la próxima temporada en la que la camiseta titular cambiará las habituales franjas verticales por un estilo de cuadros ajedrezado, similar a la tradicional camiseta de la selección de Croacia.

Cualquier propuesta ha sido aceptada excepto la posibilidad de que el blanco, color directamente relacionado con el Real Madrid , sea defendido por un futbolista culé.

Por este motivo, el Barcelona se ha visto obligado a rechazar la propuesta de la multinacional americana que presentó una rompedora posibilidad de cara a la temporada 2020-21, la última en la que Josep Maria Bartomeu ostentará la presidencia del club azulgrana. Un estilo totalmente novedoso en el que imperaba el blanco roto y que quería rendir homenaje a la equipación que el Barcelona utilizo décadas atrás pero que actualmente sería tan inaceptable como que el Real Madrid incluyera la combinación del azul y el rojo en cualquiera de sus camisetas.

Debate de los socios

No hay que olvidar un recuerdo relativamente reciente, como la raya blanca que Kappa introdujo en las mangas de la camiseta que el Barça lució en 1992 y que generó un intenso debate que llevó a descartar cualquier inclusión de esta tonalidad en diseños posteriores.

Hay que tener en cuenta que esta camiseta hubiera sido la segunda equipación pero ni siquiera esta posibilidad sirvió para que fuera aceptada por la directiva del Barcelona, que ya tuvo un encontronazo con la masa social del club cuando planteó modificar el escudo de la entidad hasta el punto de verse obligada a retirar la propuesta del orden del día de la Asamblea de Compromisarios en la que debía votarse. Sucedió este pasado mes de octubre ante la sugerencia de la empresa Summa de retirar las siglas del club y modernizar el diseño dándole más preponderancia al balón y al color amarillo.

El Barça adujo la necesidad de adaptarse a la evolución de las tecnologías para modernizar el máximo símbolo de la entidad pero se encontró con el enconado rechazo de los socios , situación que podría ser anecdótica comparada con la que se generaría con una camiseta de color blanco.

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